Oaxaca de Juárez. Producto de una intensa campaña en todas las regiones del estado, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva es el candidato al Senado que ha crecido en las preferencias electorales, distanciado ya con seis puntos y una cómoda ventaja sobre el aspirante del PRI y con perspectiva de superar a MORENA.
Ante la próxima senadora y ex candidata a la Presidencia de la República, Patricia Mercado, y un nutrido y entusiasta auditorio femenil, el abanderado de los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional y Movimiento Ciudadano refrendó su lucha por las mujeres desde que dirigió Liconsa, donde impulsó una intensa campaña para para prevenir la violencia de género.
Vitoreado entre cientos jóvenes, madres y adultas mayores, dejó en claro que nadie las puede maltratar ni agredir, “no queremos más mujeres violentadas, eso es un delito”, dijo en el marco del Día Naranja –conmemorado el día 25 de cada mes para poner un alto a la violencia contra mujeres y niñas–.
“Debemos mantener nuestra lucha permanente contra la violencia de género, porque Oaxaca es el segundo lugar en feminicidios de todo el país; muchas veces los usos y costumbres permiten que las mujeres seas violentadas”, condenó el candidato de “Por México al Frente·”.
Rodeado de luchadoras por la igualdad de género en México como Patricia Mercado y Perla Wolrich, -esta última también candidata a la Senaduría-, Héctor Pablo refrendó el compromiso de promover desde el Senado los protocolos internacionales para erradicar la violencia de género.
Patricia Mercado, ex candidata presidencial que se abrió paso y rompió esquemas machistas de la política, celebró que un hombre sensible como Héctor Pablo vaya a ser su compañero en el Senado, donde van a luchar y hacer equipo para que los grupos vulnerables sean escuchados y atendidos.
Entre porras y muestras espontáneas de afecto, cientos de mujeres y Héctor Pablo voltearon hacia al futuro, para que desde el Senado las cosas puedan cambiar para frenar de una vez por todas la violencia de género en todas sus grotescas formas, pero además para empoderar a las mujeres oaxaqueñas y que sean ellas quienes, con independencia económica y revalorada dignidad, protagonicen el cambio en orden y con rumbo para Oaxaca.