Trump: habrá buena relación con López Obrador

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La Jornada.

Ciudad de México. Las primeras reacciones desde Estados Unidos a la elección en México incluyeron a un bien portado presidente Donald Trump –quien ayer sostuvo una gran conversación con Andrés Manuel López Obrador–, a medios de comunicación y analistas tratando de descifrar quién es el presidente electo y a un sector financiero que digirió la noticia sin alarma y con un veremos.

Tuvimos una gran conversación, de alrededor de media hora de duración. Hablamos de seguridad fronteriza, de comercio, del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), de un acuerdo sólo entre México y Estados Unidos, dijo Trump en breves comentarios a periodistas en la Casa Blanca. Agregó: creo que la relación será muy buena. Veremos qué sucede, pero creo que va ser muy buena.

El Departamento de Estado, por conducto de su vocera, Heather Nauert, emitió un comunicado en el que felicita a López Obrador por su triunfo y expresa la expectativa de profundizar nuestra vibrante asociación con México sobre seguridad y prosperidad para nuestros ciudadanos y nuestros valores democráticos compartidos.

Políticos y analistas progresistas estadunidenses dieron la bienvenida al triunfo electoral. El senador y ex candidato presidencial Bernie Sanders felicitó en un tuit al presidente electo y al pueblo de México. Afirmó que ambos países debemos trabajar juntos para crear un continente que crea justicia económica, social, racial y ambiental, en lugar de divisiones xenofóbicas.

Medios y analistas

Los principales medios noticiosos y los comentarios de expertos sobre México subrayaron el cambio sísmico que implica esta elección para México y para la relación bilateral.

Pero como ha sido el caso a lo largo de las semanas recientes, se dedicaron a la tarea de descifrar quién es López Obrador, lo cual incluye una curiosa insistencia en compararlo o identificarlo con una figura estadunidense. Con eso, persiste la disputa sobre si es el Trump mexicano, con otros insistiendo en que es el Sanders mexicano y, claro, desde hace años, algunos siguen diciendo que es el Chávez mexicano. También se le han aplicado toda una serie de adjetivos: populista, nacionalista, autoritario, izquierdista, antisistémico, estatista y mesiánico.

Algunos afirman ahora que no es una u otra de las cosas, sino un poco de todas. Un reportaje afirmó que es, al mismo tiempo, un demagogo izquierdista y un reformador práctico. Otros expertos aseguraron que ha hecho declaraciones radicales durante toda su carrera política, pero que siempre ha sido pragmático en el poder.

Wall Street

No hubo alarma en el sector financiero con el triunfo de López Obrador, y para muchos ya se había digerido desde hace semanas. De hecho, algunos enfatizaron que los mercados estaban más bien confiados.

Un analista de Bloomberg comentó que “la percepción dominante en los mercados tiende a ser que una vez en el poder, gobiernos antisistémicos –sean de izquierda o derecha– tienden a ser forzados hacia el centro por la realidad”, algo que aprendieron de los ejemplos de los gobiernos de Lula en Brasil y Tsipras en Grecia.

Algunos de los grandes bancos difundieron análisis detallados sobre lo que se espera con el proyecto del gobierno electo. Bank of America/Merrill Lynch lo resumió así: AMLO quiere cambiar el modelo económico para reactivar la economía y reducir la pobreza y la desigualdad. Su programa buscar elevar el papel del gobierno en la economía y hacer que sea menos dependiente de Estados Unidos. Indicó que aunque a mediano plazo eso enfrenta problemas potenciales, por ahora los mercados le darán el beneficio de la duda.

De hecho, según comentó a La Jornada un corredor de una de los principales empresas financieras de Estados Unidos, en el sector financiero nos preocupa mucho menos qué hará AMLO y sus implicaciones para la relación con Estados Unidos, y mucho más qué hará Trump hacia México.