El Economista.
Ciudad de México. La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) aprobó el mayor plan de desarrollo hasta el momento por parte de un privado en un campo petrolero a la empresa italiana ENI, que a partir del primer trimestre del 2019 comenzará las actividades del contrato de producción compartida obtenido en la Ronda 1.2 en el campo Miztón, en aguas someras del Golfo de México, donde en conjunto con los trabajos en los campos Amoca y Tecoalli plantea una inversión de 7,496 millones de dólares en los próximos 22 años.
Con estos planes, la italiana pretende extraer un pico de 90,000 barriles diarios una vez que arranque la extracción en los tres campos, en el primer trimestre del 2024.
En el 2020, ENI será el primer privado en México que adquiera un sistema flotante o barco de almacenamiento denominado floating production storage and offloading (FPSO) para llevar a cabo sus planes, que incluyen la terminación de cuatro pozos de evaluación ya perforados, más la perforación de otros 22 pozos de desarrollo y 10 pozos más para inyección de agua ya que el sistema de recuperación secundaria se llevará a cabo mediante inyección de agua con un sistema de bombeo electrocentrífugo (BEC).
En total, se pretende extraer 345.8 millones de barriles de aceite y 221,600 millones de pies cúbicos de gas durante la vida del contrato. La utilidad compartida para el Estado comprometida por la empresa asciende a 83.7 por ciento.
En mayo pasado, la CNH aprobó el respectivo plan de desarrollo por 2,500 millones de dólares en el campo Hokchi en el Golfo de México al consorcio entre argentinas comandado por Panamerican Energy, Hokchi Energy.
El plan de desarrollo prevé la instalación de dos plataformas en el campo Hokchi del Golfo de México, que contemplarán siete pozos productores y siete pozos inyectores, vinculados a una planta de procesamiento.
El desarrollo de Hokchi tiene como objetivo producir 147.8 millones de barriles de petróleo y 45,400 millones de pies cúbicos de gas.