Aristegui Noticias.
Ciudad de México. Más de 300 sacerdotes de la Iglesia Católica en el estado de Pennsylvania abusaron sexualmente de más de mil niños y niñas desde 1970, reveló un reporte de un gran jurado difundido este jueves en Estados Unidos.
“Han habido otros reportes de abuso sexual infantil dentro de la Iglesia Católica. Pero nunca de esta escala. Para muchos de nosotros, esas historias pasaron en otro lugar, en un lejano lugar. Ahora sabemos la verdad: pasó en todos lados“, se lee en el párrafo introductorio del reporte.
Este documento es producto del trabajo de dos años de investigación, contiene información sobre seis diócesis de las ocho que existen en Pennsylvania y que requirió a los miembros del gran jurado, entre otras cosas, la revisión de dos millones de documentos diocesanos.
De acuerdo con el informe, más de mil víctimas pudieron ser identificadas a partir de los archivos de las propias iglesias sobre los casos, pero el número de registros perdidos o de víctimas que nunca han salido a la luz puede oscilar entre los miles.
“La mayoría de las víctimas fueron niños, pero hubo niñas también; algunos eran adolescentes, muchos eran pre adolescentes. Algunos fueron manipulados con alcohol o pornografía. Algunos fueron obligados a masturbar a sus agresores o a tocarlos. Algunos fueron violados oralmente, algunas por vía vaginal, otros vía anal. Pero todos fueron hechos a un lado, en cada parte del estado, por líderes de la Iglesia que prefirieron proteger a los abusadores y a su institución”, afirma el reporte.
En los archivos diocesanos revisados por el gran jurado se hallan incluso admisiones o reportes de abuso sexual infantil dentro de las propias iglesias.
En la Diócesis de Allentown documentos muestran que un sacerdote fue confrontado por un caso de abuso sexual infantil y él mismo admitió “por favor, ayúdenme. Agredí sexualmente a un niño”. La Diócesis concluyó que “la experiencia no tendría que ser necesariamente un terrible trauma” para la víctima y que a la familia sólo había que darle “una oportunidad para ventilarlo”. El sacerdote le fue permitido ejercer el ministerio sin restricciones por varios años, pese a su confesión.
Otro sacerdote confesó haber abusado de, al menos, una docena de niños en la Diócesis de Erie y el obispo le escribió para agradecerle todo lo que había hecho por el pueblo de Dios. “El Señor, que ve en privado, te recompensará”, añadió el obispo.
La Diócesis de Pittsburgh ofrece un ejemplo de revictimización. Autoridades eclesiásticas desecharon una denuncia de abuso con el argumento de que el niño de 15 años había perseguido al sacerdote y “literalmente lo sedujo” hacia una relación.
Dentro de sus recomendaciones, los miembros del gran jurado incluyeron eliminar las restricciones legislativas para que las víctimas de abusos en el pasado puedan denunciar. Las leyes actuales permiten que las víctimas denuncien hechos ocurridos hasta 50 años atrás, pero la investigación encontró a personas que fueron agredidas hace 60 o hasta 70 años.
También recomendaron endurecer la ley en materia de la obligación que tienen las autoridades eclesiásticas de denunciar abusos a las autoridades del estado y una ley que impida que los acuerdos de confidencialidad obstruyan las investigaciones criminales.