La Jornada.
Ciudad de México. El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, anunció ayer que permanecerán el Ejército y la Marina en las calles para realizar tareas de seguridad pública y combate al crimen. La medida será transitoria, aseguró.
La decisión se tomó ante el grado de inseguridad y de violencia en el país y porque –subrayó– la Policía Federal no se ha podido consolidar
ni está preparada para sustituir (en las calles) a las fuerzas armadas. A ello se agrega la debilidad de las policías estatales y municipales.
No quiero hacer cuestionamientos, pero sí tengo que informar con objetividad. No se podría atender el problema de la inseguridad y de la violencia en la actualidad sin utilizar al Ejército y la Marina
, señaló en conferencia de prensa tras reunirse en privado con el secretario de Marina, Vidal Francisco Soberón; en la víspera hizo lo propio con el titular de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos.
Les adelanto que no podríamos dejar de utilizar al Ejército y la Marina para garantizar la seguridad pública, porque no hay una alternativa en la actualidad
, subrayó.
La decisión del presidente electo en este asunto difiere de lo expuesto en tiempo de campaña electoral, cuando se refirió a organizar toda la fuerza policial en una guardia nacional, con énfasis en la seguridad pública.
Hoy, si bien no descarta la creación de la guardia nacional –como anunció la semana pasada el próximo secretario de Seguridad, Alfonso Durazo– señaló que este proyecto sería a mediano y largo plazo.
También en el pasado, López Obrador advirtió acerca de los riesgos de tener al Ejército en labores de seguridad pública, por la proclividad a la violacion de derechos humanos.
Este viernes subrayó que esta decisión se acompaña del compromiso de respetar las garantías de los ciudadanos.
En la conversación con los mandos militares y de la Marina Armada de México, dijo, no se trató el tema de Ayotzinapa, y tampoco anunció algún viraje en su intención de devolver a las filas del Ejército a los elementos del Estado Mayor Presidencial.
La participación de las fuerzas armadas en seguridad pública no será permanente, agregó.
Al inicio de gobierno vamos a actuar de manera conjunta para que, de acuerdo con mis facultades, se pueda contar con el apoyo del Ejército y la Marina en lo que tiene que ver con garantizar la seguridad interior en el país.
La reunión con Soberón –y el general Cienfuegos– fue provechosa, estoy optimista
, destacó el presidente electo. Le presentaron diagnósticos y propuestas para enfrentar la violencia. Ellos, dijo, cuentan con experiencia y saben qué ha dado resultado y qué no funciona.
Además de comentar el panorama de seguridad, analizaron los perfiles de quienes habrán de sucederlos. La integración de las ternas –precisó el presidente electo– será entre mandos en activo: 28 generales de división y 16 almirantes, y se dará a conocer en octubre.
En esta perspectiva, del corto plazo, confirmó la continuidad de los elementos castrenses.
Quiero ser sincero: si no contamos con el apoyo del Ejército y la Marina no podríamos enfrentar la inseguridad. Sería irresponsable decir que se regresan a sus cuarteles y dejar a la gente sin alternativas, en la indefensión
, reiteró.
En mis recorridos por el país –añadió– he recogido una percepción casi generalizada de que no están funcionando, por decirlo con diplomacia, no están funcionando las policías estatales y municipales, no están cumpliendo con su responsabilidad, salvo honrosas excepciones. Esa es la amarga realidad
, dijo.
Igualmente la Policía Federal enfrenta una situación lamentable
, porque no tiene ni cuarteles. Son como una volanta que tiene que vivir en hoteles y acampar.
López Obrador se mostró optimista ante el reto que significa pacificar al país a partir del apoyo de 248 coordinaciones territoriales.
Con elementos puedo sostener que vamos a hacerle frente y vamos a dar resultados… No voy a delegar esta responsabilidad, la voy a atender de manera personal. Acepto el desafío
, expresó.