Forbes.
Ciudad de México. En 2017 se registraron 699,450 fallecimientos y solo en 20,000 casos, o el 2.85% del total, se anticipó la muerte y se contrató algún servicio funerario previamente, según datos de Carlos Lukac, director general de grupo Gayosso.
“Esto quiere decir que casi el 98% no previó su deceso”, explicó Lukac.
Mientras tanto, en países como España la tasa de personas prevenidas alcanza el 55%, Francia el 20% o Estados Unidos el 17%, en México la penetración de este mercado es de solo 2% a pesar de que el sector mexicano ofrece facilidades poco comunes a nivel mundial como pagos a parcialidades, transferibilidad, propiedades y servicio funerarios.
Los costos de morir
En el sector público, los servicios funerarios tienen un costo de 5,000 pesos, mientras que en el sector privado es de 15,000 pesos, en promedio. En cuanto a los lugares de descanso final, el precio es de 5,000 pesos en gobierno y de 25,000 en la IP.
“Es por ello que se puede ‘heredar’ una deuda de hasta 40,000 pesos, si no se previenen estos gastos”, dijo
El mayor reto, señala el directivo, es que no existe un sector formal que empuje esta industria, pues el 99% de las funerarias aún son empresas familiares y para vender esta clase de servicios es necesario contar con inmuebles.
“La Iglesia católica acapara la mayoría de los servicios”, explicó.
Gayosso, la octava empresa a nivel mundial con mayor facturación en el ramo, prevé una constante del 2% en la necesidad inmediata de funerales y un crecimiento de hasta 15% en previsión funeraria.
La compañía tiene un 22% de participación de mercado seguido por J. García López, con un 20%, y otras como Galia y Jardín Guadalupano, con un 12%.
