Pierde el SAT 6 mil mdp por la venta ilegal de cigarrillos

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La Jornada.

Ciudad de México. Cada año el fisco pierde una recaudación de al menos 6 mil millones de pesos por la falta de control en las cajetillas de cigarros, de acuerdo con empresarios del sector. El señalamiento, sin embargo, es rechazado por las autoridades, las cuales aseguran que existe vigilancia sobre el origen de la mayoría de éstas.

Según el Servicio de Administración Tributaria (SAT), en lo que va de la actual administración federal se han destruido 400 millones de cigarrillos ilegales, lo cual hubiera representado una evasión de más de 800 millones de pesos. Anualmente se recaban por impuestos al tabaco 39 mil millones de pesos.

Cabe recordar que el gobierno firmó el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, en el cual se establece la obligación del Estado mexicano de adoptar y aplicar medidas legislativas y administrativas para que todas las cajetillas lleven una indicación que permita controlar su movimiento y situación legal.

Vanessa Rivadeneyra, administradora general del SAT, recuerda que en 2013 hubo una reforma a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). En ésta se estableció que productores e importadores de cigarrillos y otros tabacos lavados tendrán una nueva obligación: imprimir un código de seguridad en cada cajetilla.

Explicó que con dicho código la autoridad puede tener control de lo que se decomisa. En éste también se registra y almacena información sobre la producción y enajenación.

Dichas reformas estipulan que se debe autorizar a un proveedor emitir y entregar ese código a los productores y fabricantes: un tercero que no tenga nada que ver con la industria.

Sin embargo, hoy el único que cubre esos requisitos y la única herramienta informática que está liberada para proveer ese tipo de controles es el SAT.

En entrevista, Rivadeneyra explicó: “La regla se emite para que un tercero lo pueda hacer y esto nos lleva hasta la actualidad. A partir del 17 de junio el SAT libera ese procedimiento o herramienta informática, y ya permite a los contribuyentes que se dedican a ese tipo de productos contar con el código e incluirlo en las cajetillas.

“En relación con el tercero, sólo hemos tenido una solicitud y ésta se está analizando para que cumpla con todos los requisitos que están publicados en la resolución miscelánea y así cualquier tercero pueda convertirse en ente autorizado para la emisión de esos códigos.

Hoy no existe ningún tercero autorizado y los únicos somos nosotros. El control exclusivo de la emisión y entrega de esos códigos lo tenemos nosotros.

Subrayó: “Lo que siempre ha pretendido el SAT con esos esquemas de prestación de servicios por terceros es dar herramientas gratuitas y abrir el mercado para que los terceros autorizados también puedan ofrecer dicho servicio. Obviamente, se abre un esquema de oferta y demanda en el que el contribuyente decide con quién se va.

Aseguró: Nuestra lucha contra la evasión, elusión y mercado ilegal es constante. Lo que nos permite ese código adicional a las acciones de otras autoridades que nos vemos involucradas en la lucha contra el contrabando y la ilegalidad es que nos brinda una herramienta de fiscalización ciudadana.

Cuando se tiene en las manos una cajetilla, existe la posibilidad de tener la lectura de ese código con elementos que permiten asumir que es un producto legal. Un consumidor tiene la herramienta para verificar de manera inmediata la legalidad del artículo. Para ello puede descargar en cualquier teléfono inteligente la aplicación: Verificador SAT. Se escanea y lee la información con los datos de producción de esa cajetilla, quién y en dónde se produjo, en qué fecha, cuál es la marca comercial y el RFC del contribuyente, entre otros datos.

En el tema del IEPS, la tasa que corresponde a los cigarros es de 160 por ciento. Adicionalmente, se cobra 0.35 por ciento por cigarro importado o enajenado.

Por último, en ese paquete de reformas se modificó el Código Fiscal y se fijaron multas que van de 10 a 20 pesos por cada cajetilla de cigarros que no tenga código.