La Jornada.
Ciudad de México. Diariamente, cerca de dos mil armas ingresan territorio mexicano por la frontera con Estados Unidos, y terminan en manos de la delincuencia organizada, lo que incrementa su poder letal, dijo en la UNAM el comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales.
Éste es un factor que ha contribuido al incremento de homicidios con armas de fuego en nuestro país, que pasaron de tres de cada 10 en 2006, a siete de cada 10 en la actualidad, expuso al participar en el Encuentro Académico sobre Prevención de la Violencia Armada y Delitos Relacionados con Armas de Fuego, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ).
“Estados Unidos cuenta con la mayor cantidad de armas en el mundo, tiene más armas que habitantes: más de 300 millones de armas, y la mayor parte se concentra en los estados fronterizos con México: California, Arizona, Nuevo México y principalmente Texas”, expuso.
Ante ello, el gobierno mexicano planteó a la Unión Americana formar un grupo binacional con la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), y con la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) para que compartan información encaminada a la toma de decisiones.
“Armas, dinero ilegal, tráfico de personas y drogas utilizan los mismos pasos fronterizos. Estados Unidos pide que apoyemos su política migratoria, y nosotros que apoyen con la política de armas. Es irónico, pero es mucho más sencillo comprar un arma larga que un jarabe para la tos: para adquirir el jarabe se requiere receta médica, y para un arma, nada”, insistió Sales.
Sara Irene Herrerías Guerra, subprocuradora de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad, de la Procuraduría General de la República (PGR), indicó que el uso de armas de fuego no es exclusivo de la delincuencia organizada, sino también de la delincuencia común.
Aproximadamente dos de cada tres homicidios dolosos en México son cometidos con armas de fuego, “y esa proporción va a la alza. Ésta es la cruda realidad que tenemos que combatir”, remarcó.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez, expuso que se requiere que distintos actores empujen un programa integral de desarme, pues las armas de fuego inciden en la violencia intrafamiliar, en la juventud y la infancia.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2018, el 42.2 por ciento de víctimas de algún delito a nivel nacional refirió que sus victimarios portaban un arma de fuego. En el caso de la Ciudad de México, fue el 49.1 por ciento, refirió.