La Jornada.
Ciudad de México. En los últimos años la mortalidad materna descendió, al pasar de 42.3 por ciento en el 2012 a 34 por ciento en 2017, informaron autoridades sanitarias durante la reunión del Comité Nacional de Arranque Parejo en la Vida.
Precisaron que dicha reducción es el resultado de la aplicación de acciones focalizadas en la materia.
En el encuentro encabezado por el titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Narro Robles, se destacó que las principales causas de mortalidad tienen su origen en problemas hemorrágicos y por hipertensión y que la mayor parte de los casos se reporta en Guerrero, Chiapas, Oaxaca y Chihuahua.
Pablo Kuri Morales, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, explicó que al inicio de la administración se reportaban 960 defunciones maternas, tanto directas como indirectas, y que colocaban a México lejos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Durante el primer año se logró evitar 100 muertes maternas, como resultado del establecimiento de un programa específico para atacar este problema, sobre todo en los municipios con mayor problema.
Kuri Morales reconoció la labor realizada de manera coordinada con las entidades federativas y les recomendó no relajar las medidas, porque este esfuerzo tiene que ser sistemático y permanente para mantener el avance en la reducción de muerte materna.
En su mensaje, el director general de Epidemiología, Cuitláhuac Ruiz Matus, dio a conocer la puesta en operación del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Morbilidad Materna Severa en todo el país, esquema que identifica las acciones exitosas para que el embarazo y parto lleguen a buen término, así como anticiparse a las situaciones de riesgo.
En esta reunión, también se informó sobre el aumento de 50 a 70 por ciento, en el periodo de 2017 a 2018, en la cobertura nacional de aplicación de pruebas para la detección de la transmisión vertical de VIH y Sífilis, pasando de 12 a 22 estados.