Agencia EFE.
Rusia y Ucrania se enzarzaron hoy en una peligrosa escalada en el mar de Azov con incidentes entre buques de ambos países en alta mar, lo que llevó a Moscú a cerrar unilateralmente el estrecho de Kerch, la única salida al mar Negro.
Tras semanas de declaraciones incendiarias, ambas partes pasaron de las palabras a los hechos: Rusia abrió fuego al acusar a buques de la Armada ucraniana de violar sus aguas territoriales al intentar circunnavegar la península de Crimea.
Hoy, hacia las 07:00 horas de Moscú (04:00 GMT), tres buques de la Armada ucraniana se adentraron ilegalmente en aguas territoriales de la Federación Rusa”, informó la dirección de fronteras del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) de Crimea.
Esa infracción se habría producido cuando dos lanchas artilladas y un remolcador ucranianos se dirigían desde Odessa, en el mar Negro, al puerto de Mariupol, situado en el Azov, el mar interior que comparten ambos países.
Según la Armada ucraniana, en un intento de detener el avance de la pequeña flotilla un buque guardacostas ruso, el ‘Don’, embistió al pequeño remolcador ‘Yani Kapu’, cuyo motor resultó dañado.
En todo caso, los barcos ucranianos siguieron su curso pese a no tener permiso para cruzar el estrecho, donde rige un reglamento de concesión de permisos de tránsito y un horario establecido por las autoridades portuarias rusas, que Kiev considera discriminatorio.
Su objetivo es evidente: crear una situación de conflicto en la región. Al adoptar unas decisiones tan peligrosas e irresponsables, los dirigentes ucranianos deberían pensar en las consecuencias de sus actos”, afirmó el FSB, quien posteriormente informó de que otros dos buques artillados ucranianos partieron del puerto de Berdiansk en el mar de Azov en dirección a Kerch.
Por ese motivo, la empresa portuaria que gestiona el tránsito en la zona cerró provisionalmente por motivos de seguridad el estrecho para los barcos civiles, decisión que a buen seguro acarreará condenas internacionales.
En estos momentos, según medios rusos, la flotilla ucraniana no puede cruzar el estrecho y lleva varias horas varada, ya que Rusia ha bloqueado el Azov a la altura del puente de Crimea con ayuda de un gran buque mercante, mientras aviones de combate y helicópteros de asalto Ka-52 sobrevuelan la zona.
Altercado entre Rusia y Ucrania eleva tensión militar al máximo
Ante nuestros ojos se está produciendo una provocación de los militares ucranianos en el estrecho de Kerch. No hay duda de que ha sido ideada con un único objetivo: obligar a Rusia a poner coto a esa provocación y entonces describir la reacción rusa como una agresión”, dijo Konstantin Kosachov, jefe del comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso.
Advirtió de que dicha provocación no prosperará, pero reconoció que es rentable políticamente, ya que, haga lo que haga, Kiev contará con el apoyo de la Unión Europea y la OTAN, a los que el líder crimeo, Sergei Axionov, acusó abiertamente de orquestar la provocación.
Mientras, la Cancillería ucraniana demandó a la comunidad internacional que condene “con claridad” la agresión rusa, ya que “tales acciones representan una amenaza para la seguridad de todos los países de la región del mar Negro”.
Las acciones provocadoras por parte de Rusia en los mares Negro y Azov han rebasado todos los límites y se han vuelto agresivas”, señala.
El ministro de Exteriores ucraniano, Pavel Klimkin, acusó a Rusia de poner en práctica en el Azov una “rastrera ocupación”, mientras sus asesores advirtieron de que el comportamiento de Moscú puede ser catalogado como piratería desde el punto de vista del derecho internacional.
Mientras, el exprimer ministro Arseni Yatseniuk se hizo eco de amenazas pasadas y llamó al Gobierno a abandonar “inmediatamente” el acuerdo sobre cooperación en aguas de dicho mar y en el estrecho de Kerch, firmado en 2003.
Ellos han declarado la guerra al mundo, no sólo a Ucrania, sino a todo el mundo civilizado. Ucrania no tiene otra opción que defenderse del agresor. Contenerlo con sus armas. Golpearle con sanciones”, dijo, e instó a Occidente a castigar económicamente a Rusia, amenaza que el Parlamento Europeo ya enarboló en caso de una escalada en el Azov.
La denuncia del acuerdo bilateral dejaría las manos libres a Kiev para revisar el estatus del mar, aunque Rusia ya ha advertido de que “no reconocerá” una demarcación unilateral de la frontera en aguas del Azov.
La tensión en la zona ha ido en aumento desde la inauguración en mayo del puente de 19 kilómetros que une Crimea con Rusia, tras lo que Moscú incrementó notablemente el número de inspecciones de los buques a su paso por el estrecho de Kerch, lo que Kiev considera un bloqueo, de facto, de sus puertos.