La Jornada.
Ciudad de México. Tras 18 años de lucha, las trabajadoras del hogar lograron avanzar en el camino para acceder a la seguridad social. Ayer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) falló en su favor para hacer efectivo este derecho.
Marcelina Bautista, directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (Caceh) y fundadora del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (Sinactraho), celebró la resolución de la Corte sobre una de las principales demandas que encabezó desde que empezó a organizar a este gremio.
Hace 18 años comenzamos esta lucha y hoy para mí es un gran día, junto con mis compañeras que hemos trabajado por nuestros derechos, dijo en un mensaje difundido por redes sociales.
Este miércoles, añadió, iniciaron su camino hacia la garantía de sus derechos, pero aún faltan otros más, como la ratificación del Convenio 189 que ofrece protección específica para las trabajadoras del hogar, y la aprobación de la iniciativa de reforma, en el Senado, al capítulo 13 de la Ley Federal del Trabajo.
Ana Laura Aquino Gaspar, también del Sinactraho, recordó que las justificaciones que recibieron para no permitirles acceder a la seguridad social iban desde que los costos para asegurarlas resultaban altos, que los recursos eran insuficientes, hasta que no existían mecanismos para afiliarlas.
Todos ellos quedaron atrás al resolver la SCJN que es inconstitucional que los patrones no estén obligados a inscribir a este tipo de empleadas ante el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Además, ordenó al instituto que implemente un programa piloto para que las trabajadoras del hogar sean beneficiarias de seguridad social y que su inscripción a este organismo sea obligatorio.
Marcela Azuela, fundadora de Hogar Justo Hogar, dijo que el acceso a la seguridad social es una deuda histórica con este sector de la población que lleva tantos años excluido y viviendo situaciones de discriminación.
Expreso que este miércoles fue un día para celebrar, agradecer y reconocer que varias personas están en la misma sintonía de mirar por fin a las trabajadoras domésticas como sujetos de derechos y no dependientes de la buena voluntad de sus empleadores y patronas.
Añadió que estarán pendientes de que se cumpla con lo que resolvió la Suprema Corte y también mencionó que todavía falta garantizar otros derechos, como la regulación de los horarios de trabajo, que se garantice el contrato de trabajo donde se establezcan prestaciones como el aguinaldo y el derecho a gozar de periodos vacacionales y días festivos.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el país 2.3 millones de personas se dedican al trabajo en el hogar, 92 por ciento son mujeres. Aunque diversas organizaciones estiman que son más de 2.4 millones.