El Financiero.
Ciudad de México. El precio del agave azul tequilana weber alcanzó en 2018 un precio histórico. La escasez de producción elevó el costo del kilogramo a 24 pesos mientras que hace tres años se comercializaba en tres pesos. Es decir, el aumento fue de 700 por ciento.
El presidente del Comité Nacional del Sistema Producto Agave Tequilana, Raúl García, atribuyó el alza a que apenas está garantizado el abasto para tres años de fabricación de tequila.
“El precio lo da la oferta y la demanda, entonces los inventarios que tenemos ahorita nos hacen que los precios de agave estén en ese nivel. Tenemos en este momento agave suficiente, aunque tierno. Se está consumiendo para tequila aproximadamente entre 60 millones de piñas, que es un millón de toneladas de agave y para los próximos tres años tenemos justo el agave que se requiere”, dijo García.
El productor explicó que, al jimar el agave tierno, “se tapa un agujero, pero se abre un boquete más adelante” debido a que se utilizan más kilogramos para producir un litro de tequila.
García afirmó que el problema se origina a raíz de que hay menos productores. En el año 2000 eran 14 mil 500 en los 181 municipios de los cinco estados (Jalisco, Nayarit, Guanajuato, Tamaulipas y Michoacán) con denominación de origen del tequila; en tanto, 18 años después, existen 6 mil 500, menos de la mitad.
Raúl García no quiso responsabilizar a la conversión de tierras al cultivo de las berries, cuyo valor de exportación ha superado al tequila, sino a la falta de planeación estratégica para equilibrar el consumo anual con la plantación de agave.
“Han crecido los productores de las berries, efectivamente como se mencionó se está exportando mucho las berries y el valor de venta, según comentaron y ha habido información gubernamental, ya rebasó la venta de tequila. Pero qué bueno, ojalá no sólo las berries o el tequila, sino que también otros productos tengan mucha producción que generen riqueza y empleo”, añadió.
El primer Congreso de Agaváceas se realiza en Guadalajara para reunir a los productores de agave, que son proveedores de las industrias del tequila, mezcal, sotol, bacanora y raicilla y hermanarlos a fin de lograr planeaciones estratégicas que garanticen el abasto de materias primas de las bebidas espirituosas.