En las discrepancias ventiladas en torno de la reducción presupuestal a las universidades de todo el país, que ya ha sido rectificada por el Presidente de México, aparecen dos fenómenos que llaman la atención.
Primero es interesante como los rectores de todo el país cerraron filas en torno al reclamo sobre asignaciones presupuestales.
Enseguida, lo interesante es la corriente de opinión en las redes, de estudiantes que reclaman auditorías para estas escuelas.
Nuevamente como en el caso de los magistrados renuentes a la baja de sus salarios, se produce el fenómeno de la reacción de las redes que extrapolan la atención hacia el problema de la corrupción; irregularidades; asimetrías, grupalismo, de varias Instituciones de educación superior en nuestras país, verbigracia la estafa Maestra. Apenas el fenómeno está en crecimiento y tiene un potencial explosivo en el nivel nacional.
Y si el problema en muchas de estas universidades es grave; en el caso de nuestra Casa de estudios, la UABJO, el problema es mayor. Sin embargo, todavía no se ve la potencia de las redes de jóvenes oaxaqueños pidiendo el saneamiento de esa Institución tan importante para el estado. Corrupción y grupos de poder fáctico tienen postrada a nuestra Universidad que tiene ya una severa crisis de pagos de fin de año.
Esa crisis, en la coyuntura histórica que vivimos, debería de llevar a la reflexión sobre las necesidades de transformación integral de la Institución. Y no es como dice el rector, un problema exclusivamente de falta de recursos; se trata de la corrupción más atroz en esa Institución que está en manos de grupos de poder que tienen interés en los recursos y las posiciones políticas; no en la academia o el desarrollo de Oaxaca.
¿Y la comunidad Universitaria qué dirá al respecto?
