Excélsior.
Ciudad de México. Yalitza Aparicio se ha convertido en toda una celebridad después de haber participado para Roma, la película más reciente de Alfonso Cuarón.
La actriz que interpreta a Cleo en el largometraje, ha estado en el ojo de la polémica durante los últimos meses, pero ¿cómo fue que Cuarón descubrió el talento de Aparicio?
Una inusual noticia llegó a Tlaxiaco, Oaxaca, la cual advertía que se realizaría un casting en la comunidad por parte de una grande casa productora. Los habitantes, inevitablemente, se sorprendieron, así que decidieron asistir.
Yalitza Aparicio, impulsada por su hermana, decidió dejar de lado su carrera como profesora de preescolar sin saber que su vida cambiaría para siempre.
Un casting era algo poco común, lo que despertó sospechas en sus habitantes. Incluso Yalitza Aparicio pensó que se trataba de una situación sobre trata de blancas.
Al pasar el primer filtro, Yalitza tenía que viajar a la ciudad de Oaxaca, pero sus familiares se oponían. Investigó en Internet sobre el proyecto para cerciorarse de que todo fuera seguro. Sólo encontró que estaban buscando a mujeres de cualquier perfil para una película en México.
Aparicio cuenta que al tener que ir a la CDMX para grabar, su mamá la acompañaba.
“Venía conmigo a los viajes, al igual que muchas chicas que iban acompañadas por sus maridos o papás. Mi mamá estuvo conmigo hasta el último momento”, señaló la actriz.
Lo que Yalitza Aparicio no sabía era que Cuarón estaba buscando a alguien que pudiera interpretar a Libo Rodríguez, la niñera que cuidó y crió al cineasta y que estuvo presente en momentos críticos de su infancia (como el abandono de su padre).
En cuanto el director mexicano vio a Yalitza, sintió que la conocía de años y esperó que no dudara en aceptar el papel.
Ahora, como resultado, tenemos un increíble largometraje lleno de contrastes en el que Yalitza Aparicio supo lucirse y demostrar su talento innato.
“Cuando conocí a Alfonso fue en México y la verdad no sabía quién era.
Cuando nos recibió Gabriela (Rodríguez), la productora, nos dijo el nombre del director. Solamente investigué las fotos para que en el momento que llegara lo pudiera reconocer y cuando lo vi creo que no investigué suficiente… Ya después me di cuenta de toda la experiencia que tenía”, respondió la actriz al periódico Excélsior.
Si bien esta confesión ha generado eco en redes sociales, la oaxaqueña, egresada de la carrera de Pedagogía, habló de la desconfianza que le dio a ella y a su familia el misterio que rodeaba la producción de Cuarón pues llegaron a pensar que se trataba de trata.
A Yalitza le hablaron para que viajara de Oaxaca a Ciudad de México, lo cual le daba miedo. “Solo se mencionaba que iba a ser una película grabada en el estado de México y en Ciudad de México. Mi familia se opuso en un momento a que yo asistiera y se me dio esta oportunidad de ir acompañada de mi mamá en todo momento para hacer de lado esa idea de que se trataba de tráfico de mujeres, pues desafortunadamente eso es algo común en varias comunidades”.
Según el diario, cuando Yalitza dijo esto, los asistentes y el mismo Cuarón se rieron. Pero no, no es de risa, no se debe normalizar la trata.
Para darnos una idea, en México, 12 millones de personas son víctimas de trata; 79 por ciento son utilizadas para explotación sexual, 18 por ciento para explotación laboral y 3 por ciento para extracción de órganos.
De hecho, la trata de personas es uno de los delitos más lucrativos del mundo, en donde se estima que hay 5.4 víctimas de esta esclavitud moderna; 1 de cada 4 víctimas es menor de 18 años, esto de acuerdo con cifras de gob.mx.
Si esta información no es suficiente, México ocupa el quinto lugar en el mundo del delito de trata de personas.