La Jornada.
Ciudad de México. El incremento de 88.33 a 102.68 pesos diarios al salario mínimo en el país a partir del primero de enero, salvo en la frontera norte donde se duplicará para llegar a 176.72 pesos, no debe causar “ninguna afectación significativa” en la inflación, aseguró José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
No obstante, advirtió que será “poco significativo” el impacto que dicha medida generará en el crecimiento del consumo interno y la economía nacional porque tan sólo 200 mil trabajadores de 8 millones que se calcula perciben un minisalario están formalmente registrados ante el IMSS.
Consideró que las autoridades tienen el desafío de verificar que empresas o comerciantes no hagan ajustes de precios en productos y servicios de la canasta básica o en general, para que se cumpla realmente el propósito de lograr una recuperación en el poder adquisitivo de quienes ganan un salario mínimo.
Además, sostuvo que independientemente del aumento al minisalario resulta común que a finales y principios de cada año haya un ajuste de precios por la inflación, la cual previó que cerrará en 5.25 por ciento al concluir 2018, superior a la meta de 3 por ciento del Banco de México (BdM), pero insistió que el incremento del salario mínimo no debe generar presión al respecto.
En promedio, el salario de cotización de los trabajadores registrados ante el IMSS oscila alrededor de los 260 pesos diarios, casi el triple respecto al salario mínimo que estuvo vigente durante 2018 y más del doble que los 102.68 pesos que tendrá en 2019 para el país, con excepción de los municipios de la frontera norte.
El especialista recordó que en años anteriores el salario mínimo en franja fronteriza del norte del país registró aumentos de entre 8 y 10 por ciento sin que repuntara la inflación y “la principal razón es porque menos del uno por ciento del universo de más 20 millones trabajadores del mercado laboral formal del país ganan un salario mínimo”.
Así que, insistió, será muy poco el impacto en el consumo interno por el aumento del salario mínimo porque es reducido el número de trabajadores que resultarán beneficiado con el incremento salarial que el gobierno federal acordó con patrones y sindicatos.
La mayoría de los mexicanos que ganan un salario mínimo o menos laboran en la economía informalidad, pero además de que el número es indeterminado tampoco se puede tener la certeza que reciban por parte de sus patrones el aumento anunciado por el gobierno federal.
“Si se pudiera asegurar que tendrán dicho aumento, entonces el incremento en el consumo será sustancial”, comentó De la Cruz, en entrevista. Hay además, dijo, otros 3.5 millones de mexicanos que laboran en la informalidad pero no son trabajadores sino autoempleados.
El incremento al minisalario tampoco incidirá directamente en los salarios del resto de los trabajadores formales, ya que está sujeto a las negociaciones y acuerdos que en lo particular alcancen empresas y sindicatos, ajustados a partir de la inflación de 4 y 5 por ciento anual.
El director del IDIC mencionó que también “ayudó” que hace unos años los aumentos de distintos bienes y servicios del sector público se “desindexara” del salario mínimo y se creara la Unidad de Medida y Actualización (UMA) para hacer los ajustes al respecto.