Persigo fomentar la reflexión en un mundo adverso: Pintor Oaxaqueño Max Sanz

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La Jornada.

Ciudad de México. El arte tiene la fortuna de moldear la sensibilidad de los seres humanos, tanto del espectador como del artista. Es un lenguaje universal que está al alcance de todos. Sin embargo, mis obras también fomentan la reflexión, la concientización y el análisis en un mundo lleno de adversidades, expresa el pintor Max Sanz (Oaxaca, 1992), quien participa en la elaboración de un mural en la comunidad española de Aragón, con tema relativo a la violencia de género.

Se prevé que el proyecto, constituido por cinco fases (una por año), concluya a finales de 2022.

Los murales, en su mayoría, solían hacerse en la pared; esta tradición ha sido muy estricta. Pero ahora es diferente, a raíz de que algunas catástrofes naturales como los sismos propiciaron que los creadores podamos usar nuevos materiales e incluso hacer que nuestras intervenciones puedan desplazarse mediante un formato de ensamble, apunta Sanz.

En entrevista con La Jornada, el joven de 26 años detalla que fue en el Instituto Nacional de Pediatría (INP) donde puso en práctica esta técnica. Hace cuatro meses me propusieron integrar a los niños en una dinámica artística. La intención fue que los pacientes tuvieran un buen recuerdo de su estancia en el lugar. Así se quebró el tedio y se grabó un extraordinario recuerdo en la mente de los chicos.

Iniciativa con niños

En esa iniciativa por lo menos 130 niños estamparon las huellas de sus manos en un par de elefantes blancos que articularon un mural de tres por cuatro metros y consta de 15 paneles (La Jornada, 17/8/18). La noticia llamó la atención del gobierno español.

Pocos meses después, las autoridades de la comunidad de Aragón me solicitaron reproducir ese plan de trabajo en el contexto de la segunda edición de las Jornadas de Sensibilización, cuyos coloquios, exposiciones, obras de arte y puestas en escena giran en torno al abuso y la violencia de género, entre otros temas, acota Sanz.

El mural Siempreviva será elaborado con acrílico, tendrá un formato de 10 metros de altura por cuatro de ancho y reunirá alrededor de 15 paneles de madera (de diferentes medidas). Será inaugurado a finales de 2022 en el Centro Cultural Santa Isabel.

En Oaxaca hay una flor que nunca muere. Durante mi niñez recuerdo haber visto decenas de ellas de distintos colores. Incluso por años podían permanecer así, secas y hermosas. Esa alegoría de que algo tan bello nunca perece, sino siempre sigue vivo pese a la adversidad, fue lo que detonó el título.

La primera etapa de Siempreviva comenzó hace dos meses con la participación de por lo menos 50 jóvenes que asistieron a las Jornadas de Sensibilización. Al igual que los niños del INP, plasmaron sus manos en un panel de madera.

Testimonio

La idea es que esta obra sea colectiva y nada individual. Es decir, que los asistentes tengan un sentido de identidad y pertenencia y que con sus manos se unan para enfrentar la violencia de género. Una especie de testimonio, sostiene Sanz.

Precisa que este tipo de proyectos son primordiales para nuestra sociedad, debido a que los jóvenes pueden crear conciencia sobre las diferentes anomalías y adversidades que existen en diferentes países.

Si en España, que es un país de primer mundo, ocurren cosas como la violencia de género y el abuso, con mayor razón debemos fomentar la conciencia en calidad de urgente en México. Ojalá que esta obra logre conformar una red activa que contribuya a erradicar todo tipo de violencia, ya que el verdadero cambio se logra con solidaridad y evitando la discriminación. Para más información se puede consultar el sitio www.maxsanz.com, (Instagram) max_sanz_24 y (Facebook) MaxSanzArtistaPlastico.

La continua búsqueda del cuadro perfecto

Sanz se inició de ayudante del maestro Marco Palma, luego tomó clases con el pintor inglés Barry Head y enseguida tuvo oportunidad de ir a clases de grabado en el taller de Fernando Sandoval, donde imprimían Francisco Toledo, Sergio Hernández y Alejandro Santiago.

Su entusiasmo por el arte hizo posible que a los 16 años, cuando ingresó al Centro de Educación Artística (Cedart) Miguel Cabrera de Oaxaca recibiera una invitación para ser asistente de producción y escenografía de la ópera La traviata.

Al año siguiente obtuvo una beca de producción del gobierno de su estado natal. Fue en ese momento cuando se convenció de que este arte sí era para él: Mis pinturas están influenciadas por la vida cotidiana, por lo que veo a mi alrededor: mis vivencias y la continua búsqueda del cuadro perfecto. A veces sólo hago bocetos, pero en otras ocasiones voy directo al lienzo para establecer un diálogo con los colores, las ideas, los conceptos, hasta sentirme satisfecho.

El estilo de Sanz, según sus propias palabras, puede ser clasificado como neofigurista y fauvista por el tratado del color, mientras un tema recurrente en sus creaciones es el circo y sus ironías.

Su primera exposición colectiva fue en 2006 en el Taller Rufino Tamayo, al lado de Juan Alcázar, Mariano Pineda Matus y Marco Palma, entre otros. Su primera exposición individual se llamó Entre Apolo y Dionicio, en el Museo del Palacio Espacio de la Diversidad en 2007.

El arte es muy noble, es una gran trinchera para resguardarse de la realidad y a su vez para darle tregua, concluye.