Excélsior.
Ciudad de México. Muchas modas en internet son pasajeros y otras tantas dejan de estar en los escaparates informativos, pero eso no significa que desaparezcan. Como ejemplo, el Momo Challenge, un fenómeno en Internet descubierto en 2016 pero que parece seguir más vigente que nunca.
Todo inicia con una serie de videos o mensajes donde este personaje con rostro de mujer pero con facciones similares a las de un pájaro de ojos saltones, nariz casi inexistente y boca amplia, incita a niños y adolescente a realizar desafíos extremos que en la mayoría de los casos implica hacerse daño.
Si bien no se ha podido comprobar la relación directa con el Momo Challenge, se sabe que retos similares han costado vidas en Argentina, India y Estados Unidos. En muchos casos luego de que las víctimas fueron contactadas vía Whats App y una vez enlazadas con el número del agresor, un programa extrae la información personal del usuario, roba sus fotos y luego las utiliza para chantajear a las víctimas y obligarlas a que lleven a cabo ciertos actos violentos y publicarlos en la red.
¿Por qué toma relevancia ahora? Porque la Fiscalía General de la República ha emitido una alerta sobre la difusión de nuevos materiales con contenido violento o sexual en plataformas dirigidas a niños. En donde los videos o fotos han vuelto a generar temor o impacto en los menores.
¿Qué hacer? Lo mejor en estos casos es mantener una buena comunicación con nuestros hijos, pues en esta era de las redes sociales y la tecnología cambiante a cada instante, no es extraño que por más filtros que coloquen los padres, los niños siempre sabrán como romperlos pues en muchos de los casos son los menores quienes cuentan con más habilidades que los padres en cuestiones tecnológicas.
La carita de Momo, una muñeca realmente espantosa, con los ojos saltones y una muy larga comisura en la boca
¿Sirven los controles parentales en las aplicaciones? Si, pero nunca como una revisión que el propio padre haga de lo que sus hijos vean o escuchen en teléfonos, tabletas o computadoras. ¿Se viola la barrera de la privacidad de los hijos? Todo un debate abierto a la discusión. Aunque menos grave que dejarlos a su propia inexperiencia en una etapa donde pertenecer a un sector puede ser lo más importante.
¿Debemos satanizar a las redes sociales y a las nuevas tecnologías? Jamás. Un celular o una laptop puede ser una herramienta increíble si se usa con inteligencia de la mano de los padres. Pues usada con un propósito podría poner a nuestros hijos en los cuernos de la luna. Ya que estamos ante una máquina impresionante abierta al conocimiento que puede mostrarnos las bondades del mundo y explicarnos la ciencia de forma lúdica. Una oportunidad que debe complementar a la educación y no ser usada como niñera para el beneplácito de muchos papitos.
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