Violencia, un riesgo cada vez mayor para empresas: Moody’s

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La Jornada

La violencia en México se convirtió en un riesgo cada vez mayor para la capacidad de las empresas de atender sus compromisos financieros, en una dinámica que afecta principalmente a las compañías relacionadas con la industria de los hidrocarburos, entre ellas Petróleos Mexicanos (Pemex) y en el sector hotelero, advirtió este martes Moody’s Investors Service.

“La violencia en México plantea riesgos de crédito cada vez mayores para las empresas. La inseguridad representa el mayor riesgo para las industrias del petróleo y el alojamiento, en tanto que las economías estatales son resistentes a los picos de la delincuencia y los municipios son más vulnerables”, alertó la firma calificadora. La intensificación de la violencia y la delincuencia en México aumenta la preocupación por los riesgos crediticios, es decir la solvencia para atender sus compromisos financieros relacionados con la seguridad para las empresas y los riesgos económicos para los estados y los municipios, apuntó.

“El aumento de la inseguridad, los robos y las advertencias de viaje dañan la rentabilidad de las compañías mexicanas, y en particular debilitarán los ingresos y los márgenes en los próximos 12 a 18 meses para la industria petrolera y los hoteles y centros turísticos”, señaló el vicepresidente de Moody’s, Alonso Sánchez.

Las más grandes y bien diversificadas empresas de consumo y venta al por menor no observaron cambios significativos en su calidad crediticia general en los últimos años, pero la delincuencia representaba un mayor riesgo para las empresas más pequeñas o más débiles, añadió.

En el reporte, la firma calificadora de inversiones comentó que las ventas de combustible en el mercado negro se han vuelto más atractivas para las organizaciones delictivas a medida que se intensifica la lucha de México contra las drogas. Los esfuerzos del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para sustituir las tuberías por el transporte de combustible por carretera han interrumpido los suministros, posiblemente conservando los ingresos de Pemex, pero la escasez de combustible a largo plazo amenaza con interrumpir la logística para las compañías que dependen de la cadena de distribución y suministro. Además, los costos relacionados con la inseguridad también representan un riesgo para otras industrias como los alimentos envasados, el comercio minorista, las bebidas y la minería.

“Aunque el aumento de la delincuencia ha coincidido con una disminución en la inversión en ciertos estados mexicanos afectados por la violencia, la mayoría de los estados han continuado viendo un crecimiento económico general positivo”, mencionó el vicepresidente adjunto de Moody’s, Matthew Walter. “Incluso en los estados donde la inversión extranjera directa cayó durante un ciclo anterior de violencia que alcanzó su punto máximo en 2011, el crecimiento del producto interno bruto real continuó”.

La propagación de la violencia en México también presenta riesgos económicos y financieros asociados a una franja más amplia de gobiernos regionales y locales. Según Moody’s, las áreas donde el aumento de la violencia pesa sobre la actividad económica puede frenar potencialmente el crecimiento de los ingresos fiscales. Dado que las economías estatales han demostrado ser más resistentes a la violencia que las economías municipales que dependen de industrias vulnerables, los ingresos a nivel estatal tienden a ser más estables.