Excélsior
Ciudad de México. Con la finalidad de combatir el sobrepeso y la obesidad infantil, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) de México apostará por mejorar los ambientes escolares y ofrecer comida más saludable.
Para ello, el organismo -perteneciente al Gobierno federal- modificará el programa de desayunos escolares que se reparten actualmente en los recintos educativos de educación básica.
En lugar de comidas frías se servirán desayunos calientes con alimentos más frescos y nutritivos.
“La idea es evitar que los alumnos consuman alimentos que no son sanos, ultraprocesados y que muchas veces se quedan en las mochilas”, indicó Rocío García Pérez, titular del SNFID.
Durante la inauguración de Foro “Fortalecimiento de la Alimentación y Entornos Escolares: Rumbo a una Política Pública Alimentaria Integral”, la funcionaria destacó que con esto se pretende modificar la alimentación de los niños en edad escolar.
“Queremos que se regrese a la comida tradicional y que estos desayunos se adapten a las costumbres y el paladar de los niños en cada región del país”, aseveró.
Además, dijo, buscará la adquisición de alimentos frescos y frutas y verduras saludables con el fin de combatir la desnutrición, ya sea por la carencia de nutrimentos o el consumo en exceso de alimentos no nutritivos y ultraprocesados.
Dijo que para este cambio, se hará uso de los 12 millones de pesos (unos 636.000 dólares) que tiene el organismo como presupuesto para estos desayunos y que espera que para el próximo año se tenga concluido este cambio.
Esto debido a que se requiere que exista infraestructura para comedores y cocinas en cada una de las 250.000 escuelas del país que ayuden a cumplir con esta estrategia.
Detalló que actualmente se trabaja en conjunto con las secretarías de Bienestar, Salud y Educación Pública “pues es una estrategia intersectorial”.
Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Protección a la salud de la Secretaría de Salud, aseveró que el desayuno en frío en las escuelas incluye bebidas azucaradas o barras energéticas que solo incrementan el riesgo de que los pequeños sufran obesidad y sobrepeso.
Sin embargo, señaló que la Secretaría de Salud aún tiene pendientes como la legislación del etiquetado frontal de alimentos y hacer cumplir la ley en cuanto a la publicidad en horario infantil y la implementación de bebederos en las escuelas.
Por su parte, Crispim Moreira, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señaló que generar entornos escolares saludables debe ser prioridad y una responsabilidad compartida de todas las instituciones involucradas.
Aseveró que esto requiere coordinación, políticas públicas y legislación propicia, además de capacidades institucionales y un alto compromiso político y humano.
“La escuela, representa un entorno primordial y significativo, tan solo después del hogar, contando con el potencial de influir o fortalecer hábitos de vida que repercutirán hasta su etapa adulta”, indicó.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en México, uno de cada tres niñas y niños vive con obesidad y uno de cada dos de los nacidos a partir de 2010 corre el riesgo de desarrollar diabetes a lo largo de la vida.
Durante el foro, cerca de 100 expertos de diversas instituciones gubernamentales, académicas y de la sociedad civil dialogaron para construir una estrategia interinstitucional para favorecer una alimentación saludable, sostenible y justa en el entorno escolar.