Futuro incierto de 14 mil pescadores en Oaxaca por deterioro de bocabarra

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La Jornada

Ciudad de México. El futuro de 14 mil pescadores de 15 cooperativas en esta región es incierto, debido al deterioro de la bocabarra San Francisco. Una franja de arena acumulada impide el intercambio de aguas entre el océano Pacífico y el sistema lagunar huave-zapoteca, que abarca 65 mil hectáreas, lo que afecta la calidad del líquido e impide el ingreso de especies al cuerpo de agua.

El sistema lagunar huave-zapoteca abarca los municipios de San Dionisio del Mar, Juchitán, Santa María Xadani, San Francisco del Mar y San Mateo del Mar.

A las orillas de la playa se observa la sequía, arcilla rota y seca, y al caminar en la arena es imposible no sumergirse hasta las rodillas; también hay mal olor, el cual se desprende por la acumulación de lodo descompuesto por la putrefacción de la materia orgánica acumulada en la playa.

Jesús Moguel Betanzos, de la cooperativa Bahía de Huamúchil, explicó que desde hace más de 17 años la bocabarra quedó cerrada por falta de mantenimiento, y eso ocasionó que las escolleras (diques de piedras) quedaran rebasadas por el nivel de azolve y sepultadas por la arena, aunado al deterioro de las condiciones ambientales.

Desde 2014, cuando cayó una intensa lluvia, la bocabarra se abrió por la marejadas del océano Pacífico. En ese entonces tuvimos abundancia; dos años después (en 2016) todo volvió a la normalidad, pero ahora estamos en sequía. La pesca se está muriendo y no podemos hacer nada, no tenemos el dinero para realizar un dragado (limpieza) entre nosotros.

La solución a este problema, expresan los pescadores y especialistas que ellos han consultado, es realizar el dragado en la bocabarra San Francisco, lo cual permitiría el intercambio hidrodinámico entre ambos mares y mejoraría la actividad pesquera con la entrada de crías de camarón y pescado.

Pero esa acción es altamente costosa, y sólo se puede hacer con la ayuda del gobierno federal mediante la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), con la aportación de la administración estatal como parte de un compromiso con los pescadores, refirieron.

En una asamblea reciente, los pescadores de la comunidad ikoots expresaron que han enviado escritos y peticiones al presidente, Andrés Manuel López Obrador, para que los ayude y voltee su mirada hacia los pescadores zapotecos e ikoots que están en la indefensión.

Nuestro mar está abandonado, no se puede hacer más que dragar, muchos de nosotros al ver que no hay pesca, nos metemos a trabajar de obreros; los ingresos han bajado y el mar se ha secado en gran parte; además la salinidad ha aumentado y ocasiona la muerte de los pocos peces y moluscos que aún hay, añadieron.

Aunado a todo lo anterior, también se han visto afectados por el pasto marino (sargazo). Por ejemplo, pescadores de Playa Vicente, agencia municipal de Juchitán, manifestaron que a diario extraen entre 2 y 3 toneladas de zacate verde y rojo que daña sus artes de pesca en los tres kilómetros que abarca esa porción de agua.

La alta salinidad del agua de mar es otra dificultad que padecen los pescadores, porque no hay movilidad de aguas y la que se estanca de la laguna se percibe a distancia; además padecen por la falta de lluvias y el aumento de temperatura.

Pedro Castillo López, pescador con más de 30 años de experiencia, originario de la comunidad ikoots (huave) de Huamúchil, dijo que ha visto como de 200 kilos de camarón y pescado que obtenía en dos días de pesca, ahora sólo capturan 20 kilos; de éstos, 80 por ciento lo vende y el resto lo usa para su consumo familiar.

Como Pedro hay miles de pescadores de todas las comunidades colindantes al sistema lagunar huave-zapoteca que están padeciendo la misma afectación.

El pescado escasea; además, las condiciones ecológicas del sistema lagunar se están deteriorando porque no hay un programa integral de rehabilitación lagunar, que contribuya a un aprovechamiento sustentable de los recursos pesqueros.

Pedimos que nos volteen a ver, que los recursos del gobierno se apliquen también a la pesca, no sólo a megaproyectos sino a una actividad tradicional que practican los pueblos indígenas. Aquí nosotros no sabemos hacer otra cosa que pescar, eso nos heredaron nuestros ancestros, y ahora vemos como muere lentamente, estamos desesperados, exigimos ayuda gubernamental, concluyeron.