La Jornada
Ciudad de México. A partir de esta administración quedarán canceladas las condonaciones de impuestos, que al menos durante los pasados tres sexenios habían beneficiado a un grupo de empresarios privilegiados, anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario anticipó que firmará un decreto mediante el cual renunciará a esa facultad, y en septiembre próximo, junto con el paquete presupuestal, enviará una iniciativa para la eliminación definitiva de esas condonaciones.
Durante su conferencia de prensa, López Obrador también criticó los nuevos cuestionamientos de la calificadora Moody’s, en esta ocasión relacionados con la inviabilidad de cumplir los plazos y el costo de la refinería de Dos Bocas anunciados por el gobierno. Va a salir la refinería en 8 mil millones de dólares y hasta podemos ahorrar. Son desafíos, son retos, a ver quién tiene la razón. A mí me importa tomar estos desafíos.
En este contexto, también rechazó cualquier vínculo del acuerdo de Petróleos Mexicanos (Pemex) para la renegociación de su deuda con la incorporación reciente del ex secretario de Hacienda José Antonio Meade al consejo de HSBC, una de las instituciones que participaron en la operación. Nada que ver, porque se trató de una larga negociación que se prolongó cuatro meses y fue a través de un trato institucional.
Lo que dice la ley
Al abundar en torno a las condonaciones, el Presidente descalificó este esquema, cuyo uso se intensificó a partir del sexenio de Vicente Fox. De acuerdo con el artículo 39 del Código Fiscal de la Federación, el Presidente tiene la facultad de condonar o eximir, total o parcialmente, el pago de contribuciones y sus accesorios, autorizar su pago a plazos, diferidos o en parcialidades. Si todas las personas pagan impuestos, añadió, es injusto el uso de esta figura para un grupo de empresarios privilegiados.
López Obrador indicó que en los próximos días se dará a conocer el monto total de las condonaciones que fueron aprobadas en cada uno de los tres sexenios anteriores, recordando que en su momento el entonces recién creado Instituto Federal de Acceso a la Información Pública reservó estos datos en el sexenio de Fox. Reprochó que apenas se había mencionado esta posibilidad, varios de los empresarios beneficiados se ampararon ante el Poder Judicial para que no se diera a conocer el monto.
Nueva instancia
En este contexto, también hizo el anuncio de la inminente creación de lo que por ahora denominó instituto para devolver al pueblo lo robado. Es una instancia que se encargará de canalizar los recursos decomisados al crimen organizado o de bienes incautados que hayan sido obtenidos por la corrupción: automóviles, ranchos, residencias y dinero en efectivo; todo, se le va a devolver a la gente.
Comentó que en algunos casos va a canalizarse directamente a sociedades de padres de familia para escuelas, para mantenimiento, para la construcción de unidades deportivas, ambulancias, caminos, entre otros aspectos.
El mandatario puntualizó que había muchos decomisos que no se sabía adónde iban a parar, lo cual va a cambiar, y como ejemplo está su anuncio de que en breve se subastarán carros de lujo incautados a evasores fiscales.
López Obrador completó su anuncio con un desairado ejercicio de votación a mano alzada: “ustedes están a favor o en contra de que ya no se condone los impuestos a los machuchones? A ver, que levanten la mano los que están en contra de esta medida”. Muy pocos respondieron a este ejercicio hasta ahora reservado a efectuarse en las plazas públicas.
Durante la conferencia, a propósito del libro de José Agustín Ortiz Pinchetti (AMLO, con los pies en la tierra), en el que se afirma que el Presidente dista de escuchar a sus colaboradores, respondió: no sé si haya otro servidor público que escuche a tanta gente. Y no me entra por un oído y me sale por otro; escucho e internalizo.