La Jornada
El delito de homicidio doloso en el mes de mayo se nos elevó y no cerramos nada bien, afirmó la procuradora general de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, tras admitir que sí fue un mes muy, muy difícil para la seguridad y para la ciudad.
Sin embargo, prefirió no dar datos sobre el número de víctimas de lo que sería el mes con más casos por este delito en el primer semestre de la administración, luego de que en enero se registraron 143 homicidios dolosos, en febrero, 114; en marzo, 160 y en abril 129.
En el segundo mes del año se logró una reducción de 20.3 por ciento con respecto a enero; no obstante que en marzo el delito se incrementó en 40 por ciento y para abril disminuyó 19.4.
El alcalde de Cuauhtémoc, Néstor Núñez, coincidió en que el mes de mayo fue un mes complicado, en especial, luego de que en una semana –la que correspondió a la quincena– se perpetraron 11 homicidios dolosos en esa demarcación.
Godoy mencionó que a pesar de que el delito de alto impacto haya registrado una incidencia muy fuerte, también se trató de un periodo en el que hubo muchas detenciones, hay desarticulación de algunas bandas locales.
Destacó la coordinación con la Fiscalía General de la República y las secretarías de la Defensa Nacional y de la Marina para ubicar y lograr la detención de los líderes de las organizaciones delictivas de la Unión Tepito y de la Fuerza Anti-Unión, así como de liderazgos del cártel Jalisco Nueva Generación.
Al ser entrevistada después de la reunión del gabinete de seguridad, comentó que para abatir el homicidio doloso se continuará con el trabajo coordinado con las fuerzas federales que nos permita ir ubicando los generadores de violencia e ir directamente, tener blancos muy precisos, que es lo que estamos haciendo en la investigación policial, pero con inteligencia.
En otro tema, dijo que el sujeto ejecutado el viernes en la colonia Lomas Virreyes, en la demarcación Miguel Hidalgo –por sujetos a bordo de una motocicleta– había llegado a vivir a la Ciudad de México hace dos meses de Sinaloa.
Durante su residencia en la capital recibió una amenaza de muerte por supuestos integrantes del cártel Jalisco Nueva Generación, lo que es una de las líneas de investigación que sigue la Procuraduría, además de que se indaga el vínculo entre la amenaza y su trabajo, porque se desempeñaba como abogado en un despacho jurídico.
La Procuraduría no registró denuncia ni empezó indagatoria por la amenaza de muerte que recibió el sujeto de unos 40 años, quien murió por el impacto de cuatro balas cuando paseaba a su perro en la calle Juan O’Donojú.