Ciudad de México. Al menos 3.2 millones de niños y adolescentes trabajan en México, la mayoría de ellos en condiciones que ponen en riesgo su vida, revelan datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Este fenómeno se extiende a todo el mundo, de acuerdo con información de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), casi 152 millones de niños de entre 5 y 17 años trabajan en el mundo, 70% de ellos en el sector de la agricultura.
México destaca por ser el primer país en completar el mapeo de todo su territorio para el modelo de riesgo de trabajo infantil y así tener la información suficiente para atender esa problemática.
En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemora el 12 de junio, Gerardina González Marroquín, directora de la Oficina para países México y Cuba de la OIT, habló acerca de las actividades que pueden afectar el desarrollo de los menores.
“Tenemos un problema cuando son jornadas demasiado extensas, que los niños no pueden estudiar, cuando son actividades peligrosas que ponen en riesgo su vida, su salud, su desarrollo físico, psicológico o emocional. Cuando usan niños, por ejemplo, para narcotráfico o en algunos países donde hay conflictos armados y usan a los niños como soldados”, explicó.
De acuerdo con el Inegi, 89% de los niños y adolescentes que trabajan en México labora en actividades económicas no permitidas y 4.7% trabaja en actividades domésticas sin remuneración en sus propios hogares o en condiciones no adecuadas.
González Marroquín mencionó que a veces desarrollan actividades laborales infantiles, las cuales no tienen remuneración o reconocimiento algunos, no tienen ninguna protección, tampoco tienen opciones de estudiar ni desarrollarse.
“Eso afecta su desarrollo a futuro; ese es el problema que más nos preocupa porque no hay una posibilidad de que asistan a la escuela; la educación es una obligación”, señaló.
Zonas rurales, con mayor incidencia
En México, 13.6% de los niños y 8.4% de las niñas trabajan, y la ocupación infantil tiende a darse con mayor frecuencia en zonas menos urbanizadas.
Nayarit tiene la mayor tasa de trabajo infantil, con un nivel de 19.7%, mientras que en Querétaro se observó la tasa más baja, con 5.3 por ciento.
“Son más los varones que están en ocupaciones donde reciben alguna remuneración; son trabajos más fuertes, por ejemplo, la agricultura. También, en las zonas rurales, las niñas trabajan pero en la casa y un poco en agricultura, cerca del hogar”, explicó Gerardina González.
En el caso de las niñas, apuntó, cuando salen del hogar a trabajar reciben algún pago, pero cuando se dedican a trabajos domésticos, con frecuencia, no tienen ninguna remuneración.
La agenda de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas planteó erradicar el trabajo infantil en todas sus formas para 2025.
El problema es que a nivel global no se alcanzará esa meta porque si bien el trabajo infantil viene reduciéndose en el mundo, no ocurre de forma acelerada para alcanzar ese objetivo, indicó la funcionaria.
Mapa de riesgo pormenorizado
La OIT ha desarrollado con el Gobierno de México y la STPS un modelo de identificación del trabajo infantil analizando el riesgo incluso a nivel de municipio.
“Nos preocupa un poco que con los recortes presupuestarios el Inegi ha dicho que podría no continuar con el módulo de trabajo infantil. Sería una lástima que el país pierda esa información porque perdería una herramienta clave para poder hacer la planificación de sus acciones”, abundó.
El hecho de tener a dos millones de menores sin estudiar, significa que esa cantidad de personas no va a ser tan productiva para poder aportar al desarrollo de México, puntualizó.
El trabajo infantil atenta contra el desarrollo integral de niños y adolescentes e impide que gocen plenamente de sus derechos humanos contenidos en la Constitución Política y los Tratados Internacionales de los que México es parte.
Ladrón de niñez, potencial y dignidad
La organización humanitaria World Vision México se sumó a las tareas de concientización de la OIT, cuyo lema para este día es “Los niños no deberían de estar trabajando en el campo, sino en sus sueños”.
Expuso que el trabajo infantil es todo trabajo que priva a los menores de su niñez, su potencial y su dignidad, y es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
De acuerdo con dicha ONG, las consecuencias del trabajo infantil es que se vulnera los derechos de los menores, como la educación, salud y esparcimiento.
En materia de salud, 89.4% de los niños, niñas y adolescentes que trabajan lo hacen en ocupaciones no permitidas, y más de 1 millón lo realizan en actividades peligrosas al estar expuestos a sustancias tóxicas, procesos peligrosos, largas jornadas laborales, deshidratación, transporte de cargas pesadas, entre otras.
Para contrarrestar esta problemática social, World Vision México puso en marcha el programa Campos de Esperanza, con el propósito de prevenir el trabajo infantil y promover la mejora de condiciones laborales en las comunidades agrícolas migrantes en Oaxaca y Veracruz en los sectores de caña de azúcar y café.
De acuerdo con cifras oficiales, en Oaxaca hay 168,535 niños en situación de trabajo infantil, lo que representa una tasa de 16% de niños trabajando, la mayoría en el campo.
En el caso de Veracruz son 141,237 niños, que representa al 17% del total de niños de entre 5 y 17 años.
Con información del Economista