La Jornada
El presidente Andrés Manuel López Obrador destacó que al operar el programa de Construcción de caminos de acceso a cabeceras municipales, bajo la organización comunitaria, se están abriendo “frentes de trabajo” en comunidades indígenas, lo que reactiva su economía.
Señaló que si el programa estuviese a cargo de contratistas o del gobierno “no hubiésemos avanzado ni un kilómetro.
“¿Cómo es que se llama esta organización que hace caminos?
CAO (Caminos y Aeropistas de Oaxaca) nunca se hubiese hecho el camino o no se termina”, señaló al supervisar el avance de 5 kilómetros en esta comunidad ubicada en la Sierra de Juárez.
Acompañado por el gobernador Alejandro Murat, el mandatario reiteró su compromiso de pavimentar los 300 caminos a cabeceras municipales en Oaxaca, pero “lo vamos a hacer de manera distinta, no con contratistas que hacen mal las obras. Nada más pintan los caminos, una capita de asfalto, viene el agua y vuelve a quedar de terracería el camino y se llevan todo el dinero’”.
Recordó que por ser “las más honestas de México”, las autoridades de usos y costumbres manejan el dinero para la pavimentación de los caminos y se les entrega de manera directa.
Admitió que “todavía estamos regularizando el procedimiento, porque no estaba contemplado en el gobierno porque es inédito”.
Resaltó que no es “una gran ciencia hacer un camino”, además de quienes hacen las grandes obras en México y en Estados Unidos son “los trabajadores de la construcción de los pueblos indígenas de México; ¿quiénes hicieron Monte Albán? Estos caminos son obras de arte”.
Resaltó que para su construcción no se usa maquinaria sofisticada que desplace la mano de obra. Nada más se usa lo indispensable: pico, pala, revolvedora para que se dé empleo. “Para que la gente no tenga necesidad de irse a buscar la vida a otras partes, que pueda trabajar en sus comunidades, donde están sus familiares”.
Y lo que se paga de jornal, sostuvo, “ayuda a reactivar la economía regional porque se beneficia el de la tienda, porque ahí se va a comprar, no se va el dinero a otras partes”.
López Obrador reiteró que con estos caminos se han abierto 50 “frentes de trabajo” y se abrirán otros 50 más.
Al final de su discurso, el mandatario reiteró que continuará haciendo consultas a mano alzada, como desde hace 30 años, cuando sometió la realización del éxodo de la democracia, a pesar de que “me critican mucho mis adversarios, pero a mí me gusta eso”.
Y se despidió preguntando acerca de la unidad. “La pregunta es sencilla, a ver, que levanten la mano los que piensen que debemos de pelearnos. A ver, esos que estaban muy gallitos, a ver, que levanten la mano los que estén por la unidad del pueblo”. Ganó la opción dos.
Aplicó la consulta después de que Adelfo Regino, titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, fue abucheado.