Ciudad de México. Un partido de semifinal de la Copa de Oro, el cual parecía simple trámite para la selección mexicana contra Haití, se convirtió en una pesadilla por las numerosas llegadas de los jugadores sin que pudieran concretar en ninguna ocasión de los 90 minutos.
Con muchos problemas y sin un accionar convincente, la Selección Mexicana de Futbol avanzó a la final de la Copa Oro 2019 al derrotar por la mínima diferencia en tiempos extras a su similar de Haití, en duelo disputado en el estadio de la Universidad de Phoenix.
Raúl Jiménez marcó el tanto de la diferencia al minuto 93 por la vía del penal. El Tri se verá las caras en el duelo por el título el próximo domingo en el estadio Soldier Filed de Chicago con el ganador de la otra semifinal que disputarán este miércoles Estados Unidos y Jamaica.
Más allá de que la dificultad de los rivales se ha incrementado, el funcionamiento del Tri en esta competencia ha ido de más a menos, algo que se confirmó en este juego en el que fueron mejores, con una mayor posesión de balón, pero con serios problemas para tener claridad de medio campo al frente.
Consciente de que su obligación en este tipo de duelos es la de llevar el peso del mismo, así lo hizo y tuvo un buen inicio, con un traslado de balón correcto, pero con complicaciones para pisar con firmeza el área rival defendida prácticamente con diez caribeños.
Dicha situación, aunada a la carencia de profundidad, provocó que fueran escasas las ocasiones de peligro sobre la portería rival, la más importante al minuto 36.
Todo se originó en un centro por derecha al área donde Raúl Jiménez se levantó para conectar un cabezazo con fuerza, pero prácticamente a la ubicación del portero Johnny Placide que recostó para contener e irse así al descanso.
El segundo tiempo fue prácticamente igual, con la diferencia que conforme el reloj avanzaba la presión creció de la misma manera para los mexicanos que no encontraban el futbol para doblegar a un rival que en teoría era muy inferior.
Necesitado de un revulsivo, el técnico argentino Gerardo Martino ordenó los ingresos de Uriel Antuna, quien inexplicablemente no fue titular, y de Carlos Rodríguez, por un irrelevante Roberto Alvarado y un Andrés Guardado disminuido físicamente.
La mancuerna de relevo estuvo cerca de definir el juego en un balón filtrado de Rodríguez para Antuna, quien entró solo al área, pero su control no fue adecuado, lo que le permitió al portero salir para incomodar al jugador del Galaxy de Los Ángeles que mandó el esférico a un costado.
Más a empujones que con buen futbol, el cuadro mexicano buscó el tanto de la diferencia, pero no pudo y por segundo duelo consecutivo en este certamen tuvo que irse a tiempos extras.
Apenas en el inicio del primer tiempo agregado Hervé Bazile hizo contacto sobre Raúl para que se decretara la pena máxima. El encargado de ejecutarlo fue Jiménez, quien esperó el movimiento del portero para poner el esférico en el “corazón” de la portería y finalmente abrir el marcador al minuto 93.
Ante la necesidad de los haitianos por buscar el empate, México encontró algunos espacios que no pudo explotar de manera correcta para finiquitar el juego.
En tiempo agregado, Mikael Cantave estuvo cerca de darle el empate a su equipo al minuto 118, pero su disparo reventó el travesaño, para así permitir a México salir con un triunfo deslucido que genera todavía más dudas de cara ya a la final.
El arbitraje estuvo a cargo del qatarí Abdulrahman Al Jassim, quien tuvo una labor aceptable. Amonestó a Bryan Alceus (14) por Haití; Héctor Moreno (82) y Luis Rodríguez (89) vieron cartón preventivo por México.
La Jornada