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Ciudad de México. Desaparecer los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE) no generaría un ahorro importante de recursos públicos pero tampoco su eliminación pone en riesgo la democracia, coincidieron expertos en la materia.
En la Cámara de Diputados se discute una serie de propuestas que podrían desembocar en una nueva reforma electoral, entre ellas la de desaparecer a los OPLE para generar un ahorro, de acuerdo con legisladores federales de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Durante la reforma electoral de 2014, principalmente las bancadas de los partidos de la Revolución Democrática y Acción Nacional apostaron por la desaparición de estos organismos locales electorales, con el argumento de que el consejo general de estas entidades era designado por los congresos locales, explica Nicolás Loza Otero, experto en temas electorales.
Sin embargo, apunta que la resistencia de algunos gobernadores en aquel entonces, resultó en el sistema híbrido que tenemos actualmente, por lo que muchas atribuciones de estos órganos locales fueron absorbidas por el Instituto Nacional Electoral (INE), pero eso no significó su desaparición, refirió.
Esta “autoridad local mejoró en su profesionalización y desempeño. Su función hoy es mejor que hace 10 años, pero parte de que sea mejor es por que perdió autonomía y se adhirió al INE”, comentó el doctor por el Colegio de México.
Loza Otero explica que es viable desaparecer a estos organismos siempre y cuando sean sustituidas por otro organismo o que las actividades que actualmente realizan las haga el INE , ya que sería”imposible, riesgoso y suicida” si esto no se hace.
“El INE tendría que nombrar una autoridad más grande de la que tiene en cada estado, dedicada a las tareas que hacen los OPLE, o bien tendría que absorber las funciones de los mismos”, comentó.
La propuesta de Morena en San Lázaro es que la estructura del INE sólo crezca en años electorales, y se mantenga cuando no haya comicios, algo que en un principio, “suena bien, porque abarataría los costos, pero como fórmula general, no funciona”, ya que cada estado son un caso específico, señaló el experto.
Ejemplicó con la Ciudad de México, donde anualmente se realizan consultas para el presupuesto participativo; Tlaxcala, que elige juntas comunales; o Oaxaca, que se rige por un sistema de usos y costumbres que es vigilado por este organismo local, por ello, el INE tendría que incrementar su estructura con o sin elecciones.
Remarcó que las opciones no se limitan a dos: el desaparecerlos o fortalecerlos, si no hay otra, que es dejarlos como están. Cualquiera de todas es una opción posible, porque ya las hemos tenido, aunque consideró como más viable la de mantener el modelo actual y buscar abaratar su funcionamiento.
“Podríamos disminuir los consejeros, eso me parece más viable, pasar de 7 a 5 consejeros locales, pero esas propuestas son efectistas porque lo que reducen de costos es muy poco. Suena espectacular, pero en términos de hacienda pública es menos que quitarle un pelo al gato”, subrayó.
Señaló que “el verdadero problema de nuestros sistema electoral y su funcionamiento no son las autoridades electorales”, sino “la conducta abusiva e ilegal de los partidos políticos”; ya que siempre juegan “al límite de la regla y quieren sacar ventaja”.
“Si queremos mejores elecciones y menos costos, es ilógico pensar que lo haremos debilitando al árbitro. Quien viola las reglas no es el árbitro, sino los partidos”, puntualizó.
Morena insiste en el ahorro
El diputado morenista, Sergio Gutiérrez Luna, además de presidir el grupo de trabajo que analiza las propuestas para una probable reforma electoral, defiende la idea de suprimir estos organismos con el argumento de que se podría generar un ahorro importante.
“Proponemos eliminar los OPLE para que el INE organice las elecciones federales y locales”, por ejemplo este año “podría haber un ahorro de 6,500 a 9,000 millones de pesos para la entidades”, ya que esa es la suma total de los 32 organismos, apuntó.
Argumentó que en años no electorales, el INE con su estructura actual “puede sacar adelante las elecciones que haya, es más puede atender eventualidades en estados que no tiene elecciones, como registro de partidos políticos locales nuevos. El reto están en los años de elección concurrente”.
Gutiérrez Luna detalló que en cada elección se hacen consejos distritales y municipales que crean los órganos locales, por ello, “proponemos que esa estructura se quede para la elección y cuando acabe la elección desaparezca”.
Reconoció que el modelo actual funciona, sin embargo dijo que “se está gastando mucho dinero y se podría simplificar, sin poner en riesgo la elección, sin perder la certeza. Necesitamos una reforma inteligente para reducir gastos, también estamos planteando reducir el gasto a los partidos a la mitad”, afirmó.
En el grupo de discusión, dijo, han habido coincidencia entre todos los participantes, donde trabajan partidos opositores y representantes del INE, como abaratar el costo de la elección y no poner en riesgo la certeza de la misma.
De igual manera, indicó que posiblemente para julio o finales de agosto podrían tener una propuesta más consensada.
La certeza y la democracia deben ganar
Por otra parte, Pamela San Martín, consejera del INE, comentó que lo primero que se debe localizar en esta discusión es qué se “busca al modificar del modelo y cómo garantizar que el modelo que quede funcione bien”.
Declaró que ella es partidaria de la idea de que el INE sea quien organice las elecciones en todo el país, “pero no con la estructura que tiene hoy en día, porque tendría que prever cómo atender las atribuciones que realizan los OPLE” actualmente.
El ahorro que algunas propuestas indican no sería tan inmediato, ya que las atribuciones que tienen los OPLE los tendría que hacer el órgano nacional, y éstos tiene costos, abundó.
Indicó que cada unas de las propuestas que buscan la reforma se tiene que analizar, “no para descalificar el propósito que tienen, sino para buscar garantizar que ese propósito se cumpla sin demeritar los derechos de la ciudadanía ni a los avances que hemos tenidos en los últimos 30 años”.
Dio su respaldo a la propuesta de que el Instituto Nacional Electoral sea la autoridad única, pero con reingeniería al organismo que posibilite su funcionamiento, tenga certeza y mantenga su profesionalismo.
“El modelo que quede tiene que garantizar los principios básicos democráticos y la certeza de la elección”.