Oaxaca es un México en sí mismo; cuna digna de figuras políticas para siempre controversiales y semillero de un potencial cultural fértil, rico en gastronomía, arte y folclor. Y es durante la Guelaguetza, la señora de todas las fiestas locales, donde los turistas pueden dar una buena probada de las tradiciones más representativas de cada región del estado.
Pero hay que decirlo, el gentío puede resultar abrumador y nunca está de más tener un plan alternativo. Por eso, aquí te damos cinco atractivos turísticos con el certificado triple B y C (bueno, bonito, barato y cercano) ubicados en los Valles Centrales, para que te des una escapada rápida de día y vuelvas con pilas recargadas al furor de la fiesta nocturna.
- Casa de las Artes San Agustín
Lo que a finales del siglo XIX solía ser una fábrica de hilados y tejidos, en 2006 se readaptó para convertirse en el primer centro de artes ecológico de toda Latinoamérica.
Lo fundó Francisco Toledo como un espacio dedicado a la experimentación artística en sus múltiples corrientes, creación de proyectos, así como a la formación de nuevos talentos.
Cuenta con un programa académico que comprende cursos, talleres, diplomados y también ofrece alojamiento para los artistas inscritos.
Desde el 6 de julio se inauguró “América. Visiones nuevas desde el Viejo Mundo”, exposición con 54 obras gráficas y una instalación donde el oaxaqueño Demián Flores establece un paralelismo entre la violencia que implicó la conquista del Nuevo Mundo y la violencia del crimen organizado que actualmente “coloniza” la vida social del país. La exhibición es gratuita y estará hasta septiembre.
- Culiápam de Guerrero
Es la cuna de la famosa Danza de la Pluma, baile de origen mixteco-español con el cual suele cerrarse la fiesta de la Guelaguetza.
A escasos 30 minutos de Oaxaca de Juárez, alberga tanta historia y tradición que un sólo día parecería no ser suficiente para conocer todos sus atractivos.
Por fortuna, desde el año pasado se abrió al público un andador turístico de casi un kilómetro de distancia que conecta los principales sitios de interés, cada uno con su respectiva anécdota destacada: el Ex Convento de Culiápam, la plaza central, el mercado artesanal y la antigua propiedad del Marqués el Vale, mejor conocido como el mismísimo Hernán Cortés.
El Ex Convento es un casco de estilo gótico del siglo XVI dedicado al apóstol Santiago, cuyo encanto radica en su gran capilla abierta atravesada por arcadas de cantera tallada. Pero lo que hace icónico a este lugar es que ahí estuvo preso el expresidente Vicente Guerrero y después fue fusilado en las inmediaciones en 1831.
- San Martín Tilcajete
Al igual que el anterior, este destino pertenece a la “Ruta Mágica de las Artesanías”, y es una parada obligada para quien se considere amante de la tradición artesanal mexicana. Aquí los alebrijes son lo que otorga identidad al pueblo.
Se trata de obras oníricas con forma de animales fantásticos, cargadas de misticismo, color y alegría, hechas originalmente de cartón y más tarde la técnica se amplió al tallado de madera agregándole colores vivos.
- Tlacolula de Matamoros
Quizá no tengas interés en comprar algo en particular, pero como turista nacional y/o extranjero vale la pena que te aventures a andar entre sus puestos y tenderetes, que te empapes de esa vibra donde el trueque todavía es un instrumento de intercambio recurrente y las ofertas cantadas a viva voz por los vendedores marcan el pulso de la actividad general.
Un viaje de olores, sabores, sonidos, colores, texturas y miradas digno de vivirse al menos una vez.
- Ruinas
Y por supuesto, no podemos dejar fuera la gran herencia patrimonial que nos dejaron las civilizaciones prehispánicas a lo largo de todo el territorio.
En la región de los Valles Centrales hay tantos vestigios arqueológicos que parecería una locura (muy sana) querer abarcarlos todos sin tomarse el tiempo necesario.
Pero si tu visita es rápida, aquí te rescatamos dos sitios que seguro te volarán la cabeza, ambos se hallan en el mero corazón del valle y no muy retirados uno de otro.
El más próximo son las ruinas de Dainzú, un asentamiento zapoteca más antiguo que Monte Albán, que destaca por la galería de bajorrelieves que representan a los jugadores de pelota.
Y aún más antiguo es la ciudad Yagul, donde además de las estructuras zapotecas también se han hallado pinturas rupestres que evidencian la ocupación humana de épocas muy temprana en el área hoy conocida como Caballito Blanco.