Once militares han caído en lucha antinarco en 2019, uno era de Oaxaca

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En los siete meses que han transcurrido de 2019, 11 militares han sido asesinados en la llamada Campaña Permanente contra el Narcotráfico, impulsada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Dicha cantidad se registró en el mismo período de 2018, considerado hasta ahora como el año más violento de la historia reciente.

De enero al 24 de agosto, han perdido la vida un coronel de infantería, un teniente coronel, dos tenientes, cuatro cabos y tres soldados, según el conteo de la Sedena. Los asesinatos ocurrieron en Tamaulipas, Michoacán, Sinaloa, Nuevo León y Guanajuato.

El caso más reciente fue el del coronel Víctor Maldonado Celis, quien fue asesinado a tiros el sábado por presuntos narcotraficantes.


De acuerdo con la versión de la Fiscalía Regional, Maldonado Celis fue atacado mientras realizaba labores de adiestramiento; sin embargo, otra versión apuntó que probablemente fue emboscado por un grupo criminal cuando conducía por la carretera en el municipio de Ziracuaretiro, cerca de Uruapan, Michoacán.

Aquella zona es donde el Cártel Jalisco Nueva Generación y su antagonista, “Los Viagras”, actualmente libran una guerra por el control del territorio.

Las autoridades aún no han indicado cuál es la versión oficial. Todavía continúan las tareas de investigación “que permitan el esclarecimiento de los hechos”, sin dar a conocer más detalles sobre la situación.

Maldonado Celis fue comandante de compañía, mando del equipo de giras y eventos presidenciales en el sexenio del ex presidente priista Ernesto Zedillo. En sus declaraciones patrimoniales se detalla que fungió como comandante de compañía del 63 Batallón de Infantería en Xalapa, Veracruz, de julio de 1987 a diciembre de 1992.

Durante la siguiente década, entre enero de 2001 y diciembre de 2010, fue subcoordinador de recursos materiales y servicios generales en la Coordinación Administrativa del Estado Mayor Presidencial (EMP). También fungió como comandante del Grupo 81 de Morteros del Cuerpo de Guardias Presidenciales, de 2011 a 2013.

Su penúltimo cargo fue como subayudante general del Hospital Central Militar, el cual desempeñó hasta el 2015, y el último fue como Comandante del Decimocuarto Cuerpo de Caballería de Defensas Rurales.

El 10 de agosto pasado, el teniente de Infanterías Carlos Anastacio Juan, adscrito a la Guardia Nacional (GN), murió durante un enfrentamiento con un grupo criminal en Yuriria, Guanajuato.

Anastacio era originario de Oaxaca y fue el primer militar caído en cumplimiento de su deber.

En febrero, durante un enfrentamiento entre “Los Viagras” y el Ejército, el teniente coronel Jorge Guadalupe Barrientos fue asesinado en Buenavista Tomatlán, Michoacán. Era el segundo comandante del 30 Batallón de Infantería con sede en Apatzingán.

Los cuatro sicarios que fueron detenidos en aquella ocasión fueron liberados por un juez que determinó que había inconsistencias en la carpeta de investigación.

En enero, un cabo de sanidad murió en Nueva Ciudad Guerrero, Tamaulipas, a manos de un grupo de civiles armados. Y un mes después, el 16 de febrero, falleció un teniente del Regimiento de Caballería Motorizado en Laredo, zona azotada por la guerra entre los Cárteles del Golfo y Los Zetas.

En lo que va del 2019 el Ejército ha sido atacado en más de 100 ocasiones. La mayoría de las agresiones ocurrieron en Tamaulipas.

Le siguen Michoacán, Sonora, Hidalgo, Guerrero, Oaxaca, Guanajuato, Estado de México, Jalisco, Puebla y Tabasco.

Con información de INFOBAE