La Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Oaxaca, a través de su Jefatura de Prestaciones Médica, recomienda a los padres de familia preparar un refrigerio nutritivo, y no “chatarra”, para que los pequeños en edad escolar aprendan mejor.
De acuerdo con la encargada de la Coordinación de Nutrición, Adela Monserrat Vasquez Corro, el cerebro no trabaja si no es alimentado, por eso, además del desayuno en casa, el refrigerio que lleve el niño a la escuela es muy importante, porque le debe proporcionar suficiente energía para sus actividades del día.
Explicó que de lo contrario tendrá sueño, cansancio, apatía, y disminuirá su participación e interés para cumplir con las tareas. El refrigerio, que se recomienda tres horas después del desayuno, se compone idealmente de: agua natural o de fruta, sin añadirle azúcar; una fruta o una verdura picada como pueden ser: como zanahoria, pepino, jícama, chayote o betabel, por ejemplo.
La especialista en nutrición del IMSS señaló que el refrigerio constituye sólo el 10% de los alimentos del día, por lo que debe ser ligero para evitar sobrepeso u obesidad, problemas que padece uno de cada tres niños, entre uno y diez años de edad.
Aclaró que este tipo de alimentación nunca sustituye al desayuno normal, el cual debe hacerse en casa, no durante el trayecto a la escuela, con tiempo suficiente, sentados y en un ambiente tranquilo.
Por último, la nutrióloga dietista dijo que si el pequeño no puede desayunar, entonces deberá llevar a la escuela un lunch, es decir, una comida más abundante, porque va a ser el primer alimento a consumir después de toda la noche y parte de la mañana.