La UABJO, comprometida con la cruzada internacional por los derechos humanos

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Como espacio de pensamiento crítico y de pluralidad de ideas, la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca es una casa abierta para conjuntar esfuerzos interinstitucionales y trabajo colectivo, a fin de atender problemas de carácter estructural de la sociedad, afirmó el rector de la institución, doctor Eduardo Bautista Martínez.

Lo anterior, al presidir la ceremonia inaugural del Seminario Internacional de Derechos Humanos y Perspectiva de Género, realizado en días pasados, con la presencia de la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Esmeralda Arosemena de Troitiño.

En su mensaje, el responsable de la UABJO dijo que se vive un terremoto a escala global donde emerge una sociedad inacabada, lo que implica la posibilidad de transformación en las grandes colectividades que exigen el respeto a los derechos humanos, sobre todo los grupos que han permanecido en la exclusión.

Por ello, es importante que la Universidad participe en temas internacionales para hacer visibles a estos grupos, convencido de que debemos alentar el debate plural, con un denominador común: hacer efectivo el respeto a los derechos humanos con visión progresista e internacional, siempre con perspectiva de género, manifestó.

La actividad realizada en coordinación con la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), a través de su presidente, Bernardo Rodríguez Alamilla, tuvo como propósito contribuir a fortalecer la educación y conocimientos de sus participantes sobre el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y sus mecanismos de promoción y protección de derechos en la educación formal.

En su oportunidad, la presidenta de la CIDH hizo un reconocimiento a la Máxima Casa de Estudios por el trabajo y esfuerzo en la realización de este seminario, pues ello –dijo– refleja un gran compromiso en los temas.

Asimismo, en el segundo día de trabajo del seminario, Esmeralda Arosemena abordó el gran reto que representa para los Estados la erradicación de la pobreza en América Latina, destacando la relación entre ésta y la defensa de los derechos humanos.

Aseguró que tan sólo en América Latina existen 175 millones de personas en dicha situación, y mientras esa condición persista, no habrá satisfacción en la aplicación de derechos humanos.

En ese tenor, señaló el gran compromiso de todos los sectores involucrados, sociedad y autoridades correspondientes, para hacer frente desde diversas perspectivas al flagelo de la pobreza, no sólo extrema, sino multidimensional, pues en la actualidad –afirmó– existen factores geopolíticos que pueden llegar a revertir las metas alcanzadas en ese sentido.

“Si queremos Estado de Derecho y democracia, hay que considerar que el reconocimiento de los Derechos Económicos Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) están siendo limitados precisamente para las poblaciones que enfrentan las más graves situaciones de vulnerabilidad y de ellas, la pobreza es la principal”, remarcó.

Durante tres días se desarrollaron ponencias por especialistas de la CIDH, lo que permitió la capacitación y actualización de personal involucrado en los temas, que a su vez redundará en una mayor conciencia en el respeto a las garantías individuales de todas y todos.