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La promesa está puesta en la mesa: el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 estará enfocado, en gran medida, en aumentar el gasto en obras públicas estratégicas e infraestructura para detonar el crecimiento económico; sin embargo, el panorama en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2020 no parece positivo para este rubro.
En caso de que los integrantes de la Cámara de Diputados aprueben sin cambios el PPEF 2020, que se presentó el pasado 8 de septiembre, se destinarán 465,280 millones de pesos al gasto en obra pública, lo que representa una reducción de 8.1% respecto a lo destinado en 2019 a este rubro.
El gasto de obra pública forma parte del gasto de inversión junto con el gasto en capital de obra pública y otros gastos de inversión.
En agosto de este año, Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, afirmó en entrevista con Forbes México que se están buscando alternativas para poder incrementar los recursos enfocados en la obra pública.
Sin embargo, la tendencia en el gasto de obra pública ha ido a la baja en los últimos cinco años y el 2020 no será la excepción, advierte un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
El gasto en obra pública para 2020 de acuerdo al PPEF representa 7.6% del gasto total y 1.8% del Producto Interno Bruto (PIB), este mismo rubro en 2019 representó 2% del PIB, en tanto que en 2017 fue del orden de 1.6%.
“En los últimos cinco años el gasto de obra pública alcanzó su punto más alto en 2015 con 686 mil 083 mdp en términos reales. A partir de entonces, la tendencia ha sido a la baja, disminuyendo 30 % real de 2016 a 2020”, advierte el análisis del CIEP.
Del total de este gasto, 78% se destina a inversión pública o infraestructura, 18.8% se concentra en participaciones y aportaciones para las entidades federativas y los municipios, en tanto que 2.1% se trata de inversiones financieras y otras provisiones.
En el caso de inversión pública, 79% del gasto total está asignado a Petróleos Mexicanos (Pemex), 8.3% a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y 7.2% a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Cuando destinas tanto de tu inversión en infraestructura a estas compañías (CFE y Pemex) no queda espacio para infraestructura en educación y salud, eso tiene efectos en crecimiento y desarrollo”, dijo Alejandra Macías, directora de investigación del CIEP, durante la presentación de su análisis.