La Jornada
La inflación durante la primera quincena de septiembre creció por debajo del 3 por ciento anual, media objetivo del Banco de México. La variación a la baja de algunos productos agropecuarios, pero sobre todo de los energéticos mantienen en descenso al indicador.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó un crecimiento de 0.17 por ciento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), respecto a la quincena precedente –al menos es la más baja de la última década-, y una tasa de inflación anual de 2.99 por ciento.
Ya en los niveles más bajos desde 2016, la tendencia descendente de los precios y hasta ahora ningún efecto contundente del alza salarial de enero, implicaron que en agosto el Banco de México recortara su tasa de interés.
De su nivel histórico de 8.25 por ciento, pasó a 8 por ciento. El rango objetivo del banco para la inflación sigue en 3 por ciento, con una variación de 1 por ciento por arriba o por debajo de dicha media.
Inegi detalló que en la primera mitad de septiembre, el componente subyacente del INPC aumentó 0.19 por ciento durante esa primera quincena, a tasa anual la variación fue de 3.78 por ciento.
En el no subyacente –que incorpora la variación de precios en productos menos estables- incrementó 0.13 por ciento quincenal y 0.57 por ciento anual.
Los productos que tuvieron mayor incidencia en la inflación fueron la educación primaria, los automóviles y la gasolina de bajo octanaje. Del otro lado, se depreciaron en mayor medida algunos servicios, la cebolla y los paquetes de internet, telefonía y televisión de paga.
Entre los estados donde se encarecieron más las mercancías y los servicios, encabezaron Coahuila, Hidalgo, Puebla. Mientras en Tabasco, Jalisco, Baja California, reflejaron menores presiones por la inflación.