Ssa y Hacienda detallan ruta de chantajes de farmacéuticas

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La Jornada

La industria farmacéutica y gente de casa –de instituciones públicas de salud– presionan e intentan chantajear al gobierno con la intención de frenar el cambio y mantener la corrupción. Puntualmente, el laboratorio Pisa, además de que es un monopolio, ha incurrido en una cadena de irregularidades, la más reciente con el medicamento metotrexato, aseguraron funcionarios de las secretarías de Salud (Ssa) y de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Señalaron que están en curso investigaciones que podrían derivar en sanciones administrativas e incluso demandas penales.

Con la amenaza del desabasto del quimioterapéutico, la empresa de capital nacional buscó que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) levantara la suspensión de su línea de producción de metotrexato, ordenada en mayo pasado, pero no es posible porque el problema administrativo que aduce es, en realidad, que no está vigente el certificado de buenas prácticas de fabricación.

Este documento es fundamental para garantizar la calidad de los productos, indicaron los funcionarios, quienes refirieron que en abril pasado la Cofepris suspendió las actividades de siete de las 17 centrales de mezclas de la empresa Safe, propiedad de Pisa. En este sector también es un monopolio.

La medida se tomó luego de comprobar que en esos lugares se originó la contaminación de productos de alimentación parenteral, la cual afectó a 69 personas en hospitales públicos y privados de Guadalajara, Jalisco. Dos eran bebés que murieron por esa causa.

Los funcionarios de las dependencias federales resaltaron que después de más de cuatro meses, Pisa no hizo nada para invertir y corregir las fallas en las centrales de mezclas ni en la línea de producción de metotrexato. En cambio, pretendió chantajear. Dijo que habría desabasto de productos de alimentación parenteral, lo cual no ocurrió.

Un representante de Pisa fue a Cofepris a proponer que se le permitiera reanudar la fabricación y a cambio entregaría las 17 mil cajas del medicamento que tenía en almacén. El ejecutivo pidió que la comisión emitiera un documento donde se ordenara esa distribución, pero de acuerdo con los funcionarios, la petición era inviable porque en ningún momento se prohibió la venta y distribución de esos productos, como ha dicho la empresa.

Otro caso se dio con el sulfato de efedrina. Según los entrevistados, el laboratorio recabó firmas de anestesiólogos con las que se denunció un supuesto desabasto de la sustancia con la que se elabora un medicamento, el cual también fabrica Pisa. Este es indispensable para regular la presión arterial de los pacientes en quirófano.

La Cofepris realizó una visita a la planta del laboratorio en Guadalajara y se percató que desde agosto de 2018 no había fabricado ningún lote. Sin embargo, había 100 kilogramos de la sustancia activa y tenía una petición para importar otra cantidad similar. El viernes pasado, el laboratorio informó a la comisión que inició la producción del fármaco, con lo que el abasto está garantizado, es decir, plantearon los funcionarios, hay un franco manejo intencionado para no cumplir y presionar al gobierno.

Indicaron que antes de distribuir el metotrexato de Pisa a principios de este mes y luego de que su carencia hizo crisis con las protestas de padres de familia en las calles, la Cofepris tomó muestras de un lote de 850 piezas. El cultivo continúa y en las siguientes 48 horas se tendrá el resultado definitivo del análisis.

En este caso del desabasto de metotrexato también llamó la atención de las autoridades la actitud del director del Hospital Infantil de México Federico Gómez, Jaime Nieto, quien la semana pasada salió a decir ante legisladores federales que nuevamente se había terminado el quimioterapéutico, sin antes preguntar a la Ssa, a Cofepris o alguno de los otros institutos de salud si tenían el producto en existencia.

En esos días, las autoridades ya estaban en el proceso de compra del producto al laboratorio Mylan en Francia.

Este tipo de conductas de miembros del sector público se dio en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez, donde se corrió la versión de que no tenían jeringas para la realización de tomografías con medio de contraste. Era falso, afirmaron las fuentes de la SHCP y advirtieron que todo esto se encuentra en investigación.

Ahora que llegó el metotrexato de Francia y se está distribuyendo en los estados, explicaron que para prevenir algún nuevo ataque, la Ssa y la SHCP decidieron entregar el producto a las farmacias de los institutos de salud, las cuales son subrogadas y están bajo la responsabilidad de los directores.

Esto, porque la medicina se mezcla con otras sustancias oncológicas para aplicarlas en dosis específicas a cada paciente. Por el contrato que hospitales e institutos tienen con Safe, ahí es donde se deben preparar las dosis.

La responsabilidad de que el fármaco llegue en buenas condiciones a ese lugar será de los directivos de los nosocomios. Pisa pretendió que las cajas se llevaran a alguno de sus almacenes y de ahí a las centrales de mezclas, pero no se aceptó por precaución y dados los antecedentes de esa empresa.