Antonio Moreno Castañeda
En días recientes han ocurrido eventos importantes en el Medio Oriente, como el ataque a instalaciones petroleras de Arabia Saudita y las elecciones en Israel; el pasado 14 de septiembre, de este 2019, fueron bombardeadas instalaciones petroleras sauditas, se maneja que los autores de estos ataques fueron milicias yemeníes pro-iraníes, pues se debe de recordar que Yemen está sumergido en una guerra civil donde se enfrentan fuerzas pro-sauditas a fuerzas pro-iraníes. Irán tiene un gobierno teocrático chiíta desde el triunfo de la revolución de 1979, este régimen se basa en un nacionalismo que los llevó a enfrentarse, en los años de la guerra fría, tanto a Estados Unidos como a la Unión Soviética; este gobierno teocrático fue fundado y estuvo bajo el liderazgo del Ayatola Ruhollah Jomeini, la revolución que este último encabezó derrocó a la monarquía aliada de Estados Unidos y estableció la República Islámica, en el ámbito internacional este nuevo gobierno iraní de los ayatolas libró una guerra contra Irak de 1980 a 1988, además respaldó la creación de la milicia libanesa del Hezbollah en 1982.
Años después este gobierno iraní apoyó al gobierno sirio de Bashar Al Assad en contra del Estado Islámico, mandando fuerzas militares a Siria, este acto también, de alguna forma, marcó el inicio de una alianza con la actual Federación Rusa en el contexto de la post-guerra fría, respaldando ambos países a este gobierno de Al Assad en su combate al mencionado grupo extremista. En la guerra civil de Yemen, el gobierno iraní está aliado a las milicias de los Hutíes que son musulmanes chiítas; el ataque del pasado 14 de septiembre, fue realizado con drones –se cree que de los Hutíes- y significó detener el 50% de la producción petrolera de Arabia Saudita; para comprender este asunto es necesario entender el momento histórico que vive la región, con Irán enfrentado a Estados Unidos indirectamente, y directamente este régimen iraní de los ayatolas contrapunteado con los dos principales aliados estadounidenses en esta zona del mundo: Arabia Saudita e Israel. Arabia Saudita es, actualmente, una monarquía absoluta gobernada por la casa de los saúd –de ahí el nombre del país-, esta nación en las últimas décadas se ha enriquecido gracias a que posee petróleo en abundancia, por lo que es un punto estratégico para Estados Unidos que es estrecho aliado de los saudíes, Arabia Saudita posee una estructura sociopolítica basada en la ley islámica con fuerte influencia del wahbismo –corriente conservadora dentro del islam-, tiene una población mayoritariamente sunita, y en los últimos años se ha enfrentado a Irán por el predominio regional.
En Israel se celebraron elecciones parlamentarias este 17 de septiembre, donde el actual partido gobernante, el Likud, perdió la mayoría en manos del partido Azul y Blanco, dándose prácticamente un empate entre ambos partidos; Israel moderno fue fundado 1948 en lo que los judíos consideran su territorio histórico, a partir de ese momento tuvo diferentes conflictos armados con sus vecinos árabes por disputas territoriales, sobre todo ha sostenido un conflicto permanente con los árabes de palestina; en estas últimas elecciones israelíes el candidato del partido Likud Netanyahu, actual primer ministro, tiene una posición dura frente a los palestinos, mientras que el candidato del partido Azul y Blanco, Benny Gantz, parece estar más dispuesto a negociar con estos últimos.
Arabia Saudita, Irán e Israel son potencias en el Medio Oriente por tanto lo que ocurra, interna o externamente, en estos países impacta en el resto de la región.