La Jornada
Luego de 35 meses por arriba del objetivo de Banco de México, la inflación avanzó 0.26 por ciento durante septiembre y se ubicó en 3 por ciento a tasa anual, dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. El efecto viene de un menor costo en algunos insumos propensos a variar, como los energéticos y los productos agropecuarios.
Entre los componentes del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que da seguimiento a la inflación, el subyacente aumentó 0.30 por ciento a tasa mensual y 3.75 por ciento anual. En este rubro se agrupan los productos menos propensos a variar, y pese a que se encuentra en el rango del banco central, se mantiene alto.
Durante septiembre los precios de las mercancías y de los servicios se incrementaron a tasa mensual en 0.38 y en 0.20 por ciento, respectivamente en dicho rubro.
El no subyacente, donde se empatan los productos más volátiles, se elevó 0.15 por ciento mensual, alcanzando una tasa anual de 0.71 por ciento, un mes atrás creció 1.28 por ciento.
A su interior, los productos agropecuarios retrocedieron 0.02 por ciento, mientras que los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subieron 0.28 por ciento mensual.
El Banco de México tiene como objetivo que la inflación se cuente en 3 por ciento, con un rango que puede ir de 2 a 4 por ciento. Durante el último año se ha mantenido la tendencia decreciente del INPC, lo que lleva a un descenso en la tasa de interés.
Los productos que tuvieron mayor incidencia en la inflación fueron el jitomate, la educación primaria, los automóviles. La cebolla, los servicios profesionales y el pollo, reflejaron menor presión sobre el indicador.
El INPC reflejó el encarecimiento de productos en Guanajuato, Zacatecas, Durango; mientras en Oaxaca, Tabasco y Baja California Sur tuvieron un menor peso.