La Jornada
Al dar el banderazo de inicio de los trabajos de construcción del aeropuerto internacional “General Felipe Ángeles” en la Base Aérea Militar de Santa Lucía, el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció que la obra -con una inversión de 75 mil millones de pesos- se inaugurará el 21 de marzo de 2022. Garantizó que nunca faltará presupuesto para su conclusión.
Esta mañana, con una gran sonrisa en el rostro, el mandatario -escoltado en el templete por los secretarios de la Defensa Nacional, General Luis Cresencio Sandoval González, y de Marina, Almirante José Rafael Ojeda-
activó la alarma sonora que puso en operación la maquinaria pesada para el arranque de los trabajos. Dos helicópteros MI-17 portaron, respectivamente, una bandera nacional y una manta donde se leía “Inició construcción AISL”.
Hoy es día histórico, dijo, porque “inicia la construcción de este aeropuerto civil y militar Felipe Angeles. Es una obra importante y es poder demostrar en los hechos que se pueden resolver los problemas con eficiencia, dijo, tras referir que superaron con éxito el sabotaje legal de 140 amparos interpuestos.
Base de Santa Lucía, Estado de México, 17 de octubre de 2019. Andrés Manuel López Obrador encabezó el banderazo para el inicio de las obras del nuevo aeropuerto internacional de México en la Base Aérea de Santa Lucía, las cuales estarán a cargo de la Secretaria de la Defensa Nacional.
El presidente se comprometió a que que se transparentará todo el proyecto, que en suma -por el pago de bonos y liquidación de empresas del proyecto de Texcoco- ascenderá a un total de 180 mil millones de pesos. Aún así, dijo que esto representa un ahorro del orden de 120 mil millones de pesos, comparado con los 300 mil millones que se estimaron para Texcoco, aunque refirió que el costo podría ser mayor.
“Baste poner de ejemplo el tren Toluca-Ciudad de México, que originalmente se estimó en 30 mil millones de pesos, se han ejercido 60 mil y se requieren de otros 30 mil millones para terminarlo. “No podemos hacer obras faraónicas habiendo tantas necesidades en nuestro país”, dijo.
El titular del Ejecutivo sostuvo que un aeropuerto se puede hacer “hasta en medio de un Océano, pero cuesta mucho construirlo y mantenerlo, por eso fue mejor optar por Santa Lucía, por este suelo firme”, mencionó, al recordar que en Texcoco se construía en un lodazal, una zona de hundimiento permanente.
Acompañado de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; de los gobernadores del Estado de México, Alfredo del Mazo, y de Hidalgo, Omar Fayad, así como integrantes de su gabinete legal y ampliado, el mandatario comentó que se decidió hacer el aeropuerto en Santa Lucía porque, además de representar un ahorro, le dará a la Ciudad de México todo un sistema aeroportuario constituido por dos pistas civiles que se construirán -y una militar, que ya existe- , más otras dos del aeropuerto actual y una de la terminal de Toluca.
López Obrador afirmó que con el nuevo aeropuerto se garantizará una obra de largo de plazo, que resolverá las necesidades de los próximos 80 años.
Reconoció el respaldo de las fuerzas armadas para la ejecución de la obra que hoy inicia.
Previamente, el consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, exhortó a no permitir que la construcción del aeropuerto cause más divisiones, tras mencionar que al superar impedimentos “legaloides” se obtuvo “la mejor de las victorias” en beneficio de la nación.
Consideró “ofensivo e inaceptable” el cancelado proyecto de Texcoco, porque que hubiera sido pagado “con dinero de un pueblo empobrecido”. México, agregó, “no tendrá el aeropuerto más lujoso del mundo pero uno austero, funcional, digno y moderno”.
Por su parte, Gustavo Ricardo Vallejo Suárez, comandante del agrupamiento de ingenieros de Santa Lucía, y responsable del proyecto, afirmó que “se trata de obra de ingeniería militar con un mecanismo y una complejidad inédita para su planeación, ejecución y operación.”
Sostuvo que trabajan con estricta observancia de las normas de la Organización de Aviación Civil Internacional, y que la nueva terminal aérea cumplirá con los estándares mundiales en materia de seguridad y cuidado del medio ambiente.
Explicó que se trata de un proyecto modular e innovador, que contempla pistas de concreto hidráulico, una terminal de combustibles, un tren urbano y autobuses que lo conectarán con la ciudad, espacios comerciales y de hoteles.
Afuera de la Base Militar, un grupo de habitantes de pueblos originarios de Tecámac protestaron contra la obra. “Viva la autodeterminación de los pueblos originarios. No al nuevo aeropuerto, ni consultas falsas”, plantearon en una manta.