La Jornada
El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó hoy cualquier cambio en su política de seguridad, con la cual “vamos a respetar la vida” y “apostamos a la paz”.
“No vamos a apostar a la guerra, la violencia, al exterminio”, dijo el mandatario en su conferencia diaria.
Dijo que su estrategia se basa en que haya trabajo, mejores salarios, bienestar, atención a los jóvenes, que se fortalezcan los valores culturales, morales, espirituales, “que hagamos el bien sin mirar a quién”.
“Pedimos a todos los mexicanos, a todos, de manera muy especial a los que están en malos pasos, que piensen que ese no es el camino. No es vida. Que no dejen de pensar que sólo siendo buenos podemos ser felices, que lo más importante es el amor al prójimo”, expuso el mandatario.
“Y no hay que vencer, hay que convencer, no vernos como enemigos a destruir, sino, si acaso, como adversarios a vencer y que nos portemos bien todos. Y ahí vamos a ir avanzando en nuestra estrategia”, añadió.
López Obrador dijo que parte de su política es “ir aislando” a la delincuencia, con la aplicación de la ley a los “delincuentes de cuello blanco”, para que no dominen el gobierno, así como aislar a la delincuencia organizada, para que no pueda reclutar a jóvenes ni tenga mercado para la droga. “Quitarle el agua al pez”.
Dijo que busca garantizar la paz y la tranquilidad sin violar derechos humanos y con el uso adecuado de la fuerza.
Expuso que el ejército es receptivo a la nueva política, “en la idea de que el soldado es pueblo uniformado, que no se puede enfrenta a hermanos con hermanos”.