La Jornada
De manera excepcional, por única vez y debido a la complejidad del tema, la Suprema Corte de Justicia dio una prórroga de casi siete meses al Senado de la República para aprobar la reforma que legaliza el consumo de mariguana con fines recreativos.
La presidenta del Senado, Mónica Fernández, solicitó el pasado día 28 una prórroga al máximo tribunal, quien el año pasado, al declarar inconstitucionales varios artículos de la Ley de Salud que penalizan el uso recreativo de la cannabis, estableció el 31 de octubre como fecha límite para aprobar una ley que legalizara la droga.
Estaba ya listo el proyecto de dictamen, pero no se pudo discutir por la elevada carga de trabajo en esa cámara y la falta de acuerdo entre las fuerzas políticas y el presidente de la Junta de Coordinación del Senado, Ricardo Monreal, quien decidió que se pidiera la prórroga al máximo tribunal.
Tiempo para discusión
Argumentó también que había recibido presiones de los cabilderos de empresas farmacéuticas que pretendían beneficiarse con la nueva legislación, por lo que consideró que era mejor darse más tiempo para la discusión.
La Suprema Corte abordó de inmediato la solicitud y el pasado día 31 notificó al Senado que en reunión privada, celebrada el 29 de octubre, ese tribunal acordó conceder la prórroga del plazo respectivo, que vencerá el último día del periodo ordinario de sesiones, que va del primero de febrero al 30 de abril del 2020, con el fin de que el Congreso de la Unión haya aprobado la legislación correspondiente.
En el oficio, firmado por el secretario general de acuerdos de la Suprema Corte, Rafael Coello, se precisa que la prórroga se concede de manera excepcional, por única ocasión y atendiendo a la complejidad de la materia.
Dictamen en la mesa
Ello significa que el Senado deberá haber aprobado ya la ley antes del 30 de abril del próximo año, porque no habrá otra prórroga. De hecho, las Comisiones de Salud y de Justicia, que encabezan los parlamentarios de Morena, Miguel Ángel Navarro y Julio Menchaca, distribuyeron a mediados de octubre pasado el proyecto de dictamen que crea la ley que permite fumar mariguana a adultos, así como su uso comercial, científico y de investigación en las áreas médicas, farmacéuticas e industriales.
En la exposición de motivos de ese proyecto, se precisa que el nuevo marco jurídico protege a los niños y adolescentes, quienes no podrán consumir esa droga ni estar cerca de los sitios en que se haga. La mariguana no se podrá vender a menores ni fumar en espacios públicos.
El Estado será el encargado de la regulación de la droga, mediante el Instituto para la Cannabis, que dependerá de la Secretaría de Gobernación y tendrá bajo su responsabilidad el otorgamiento de permisos y licencias para el cultivo y comercialización de la mariguana.
Se establece un tope máximo de consumo personal de 30 gramos así como siete plantas por familia para el autocultivo. Asimismo, se prevé la creación de asociaciones de hasta 20 integrantes que podrán tener hasta cuatro plantas cada uno. Su producción excedente deberá ser entregada a las autoridades, de acuerdo con el documento.