La Jornada
La anemia y la deficiencia de minerales, como hierro y zinc, continúan siendo un problema de salud pública de México, pues persiste su alta prevalencia a pesar de haber tendencia a su disminución.
Los niños menores de dos años en las localidades de menos de 100 habitantes tienen deficiencia de zinc y una quinta parte tiene deficiencia de hierro, aseguró Salvador Villalpando, Investigador en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
En conferencia de prensa sostuvo que la anemia, relacionada con la deficiencia de hierro afecta a diferentes sectores de la población en México y es el padecimiento nutricional más frecuente en el país, 52 por ciento de mexicanos llevan una dieta deficiente en hierro de acuerdo al INSP.
No obstante, a pesar de estar etiquetadas como “fortificadas” con micronutrientes, sólo cuatro de 61 productos de harinas de maíz y trigo analizados por la Fundación Changing Markets lo están de una manera adecuada y en cumplimiento con la ley vigente.
La fortificación de harinas es una solución económica y de gran alcance para enfrentar la carga de malnutrición que prevalece en México por deficiencias de micronutrientes.
El gobierno debe monitorear las prácticas de la industria para garantizar una correcta fortificación de alimentos, y anunciaron que entregarán a la Cofepris dispositivos para medir micronutrientes en alimentos para la toma de decisiones basadas en pruebas.
Por medio de un dispositivo de uso amigable y con necesidad mínima de capacitación previa para el usuario, la empresa BioAnalyt demostró que medir de forma precisa y validada el contenido de vitaminas y minerales en los alimentos puede ser un proceso rápido, barato y eficaz.
La Fundación Changing Markets congregó a especialistas de BioAnalyt, del INSP, así como a representantes de organizaciones de la sociedad civil para entregar al gobierno federal de México, a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), este producto innovador para diagnóstico y pruebas sobre el contenido de micronutrientes, como el hierro, en los alimentos.
“El monitoreo es un componente crítico para garantizar que los alimentos están siendo fortificados de acuerdo a los estándares en beneficio de quienes más lo necesitan. Los análisis de laboratorio son sólo una pieza del monitoreo y las herramientas rápidas como el dispositivo iCheck de BioAnalyt pueden ayudar a valorar la fortificación de las harinas por su contenido de hierro, en cualquier lugar y en unos cuantos minutos. Sólo trabajando en conjunto con la industria, los programas de fortificación pueden ser implementados exitosamente para tener un impacto en la nutrición”, explicó Corey Luthringer, jefa del área de Iniciativas y Alianzas Estratégicas de la empresa BioAnalyt.
La entrega de dispositivos de monitoreo de micronutrientes, que se hará en días posteriores a representantes de Cofepris, tiene el objetivo de urgir al gobierno de México a monitorear el cumplimiento de la ley y las normas correspondientes que regulan la fortificación de harinas de maíz y trigo en México, en vista de que la industria está inclumpliendo estas disposiciones o está fortificando sus productos de manera incorrecta.
Fundación Changing Markets ya había revelado el “fracaso” del programa de fortificación de harinas en México, encontró vacíos, omisiones e irregularidades en el seguimiento y cumplimiento de la fortificación de harinas con micronutrientes esenciales, esto es vitaminas y minerales.
De las 343 muestras de 61 productos diferentes de harinas de trigo y maíz analizadas, encontró que solamente siete, es decir, cuatro de 61 productos de harinas de maíz y trigo lo están de una manera adecuada y, por lo tanto, en total cumplimiento con la ley.
A pesar de que la legislación mexicana obliga a las empresas a fortificar las harinas de trigo y de maíz con hierro, zinc, ácido fólico y otras vitaminas del complejo B y que los estándares actuales para esta fortificación han estado en vigor durante casi 10 años, la industria está ofreciendo a la población mexicana productos de harina de maíz y trigo que incumplen con la ley y que no son una opción nutritiva como se asegura en sus etiquetas.
En un informe posterior, Changing Markets concluyó que de las más de 500 muestras analizadas de 69 productos de tortillas y 43 de panes, sólo uno y 14 por ciento de dichos productos estaban elaborados con harinas de maíz y de trigo que cumplen con los niveles de hierro y zinc que exige la ley en la regulación de fortificación de harinas.
En México, nueve de 10 mujeres no consumen suficiente hierro en sus dietas diarias, uno de cada cuatro hombres adultos no ingieren cantidades suficientes de zinc y uno de cada cuatro niños sufre de anemia.
Ante esta situación, los especialistas hablaron de la necesidad de tener una legislación clara, fuerte liderazgo por parte del gobierno por hacer cumplir la ley, una aplicación consistente de la legislación y un monitoreo constante a las prácticas de la industria.
Indicaron que la Norma Oficial Mexicana NOM-247, por ejemplo, establece que la industria debe llevar a cabo un control de calidad interno con respecto a la fortificación. Sin embargo, estas medidas son autocontroladas por la industria, y no se establecen requisitos para que las empresas mantengan sus informes para inspección por parte de funcionarios del gobierno.