AMLO: en el T-MEC no habrá supervisión laboral de EU

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La Jornada

Las complicaciones para la aprobación del tratado comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) obedecen a diferendos con las demandas estadunidenses de dar seguimiento a la instrumentación de la reforma laboral mexicana, reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador. México rechazó la posibilidad de que Estados Unidos tuviera supervisores y planteó un esquema de paneles con el fin de dirimir controversias.

Explicó que su gobierno aceptó impulsar la reforma laboral con el propósito de erradicar la falta de democracia en las organizaciones de trabajadores y eliminar el charrismo sindical, porque forma parte de la política laboral de su gobierno. Sin embargo, subrayó, nosotros no aceptamos eso de que haya una especie de inspectores para ver si una empresa cumple con lo establecido con la ley.

Recordó que remitió una carta a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, así como a congresistas demócratas, con el propósito de explicar las asignaciones presupuestales en el Ejecutivo federal, el Poder Judicial y los gobiernos estatales para garantizar la instrumentación de la reforma.

Aseguró que si bien le han expresado su confianza en que este gobierno tiene la convicción de la reforma, requerirían garantías a futuro plasmándolo en el texto del tratado.

Reconoció que en el lado mexicano, el sector empresarial tiene suspicacias sobre los alcances de las demandas estadunidenses porque, argumentan, puede ahuyentar la inversión o tiene el propósito de que no haya confianza suficiente para la instalación de empresas si existen estos mecanismos de verificación de los compromisos.

–¿Podría descarrilar la aprobación del T-MEC?

–Es complejo, pero lo estamos atendiendo con toda claridad, con toda transparencia. Tenemos un buen negociador, Jesús Seade, que está en esto, estamos informados y él ya sabe qué sí y qué no.

López Obrador dijo confiar en el negociador mexicano, el subsecretario de Relaciones Exteriores, para explicar la propuesta mexicana de la instalación de paneles que incluyan representantes de ambos países y un tercero que verifiquen la aplicación de la ley laboral.

Reconoció que las complicaciones para aprobar el tratado se vinculan a la dinámica electoral estadunidense. Sin embargo, confió en su aprobación.

En caso de aprobarse la propuesta de paneles, se consultará al Senado, porque en los hechos representaría un adendum al tratado que ya se aprobó en México.