La pediculosis (piojos y liendres) es una enfermedad infecto-contagiosa que se da frecuentemente en condiciones donde la higiene personal es deficiente o nula, sin embargo, cualquier persona pueden ser propensa a contagios, principalmente los menores de edad.
Así lo señaló la encargada del departamento de Urgencias Epidemiológicas y Desastres, de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Argelia Julián Aquino, quien advirtió que la mejor forma de prevenir casos, es el lavado habitual del cabello con champú normal y la limpieza frecuente de peines y cepillos, procurando no compartirlos.
Así como revisar la cabeza continuamente, sobre todo detrás de las orejas y en la nuca, con énfasis en los escolares; y es que dijo, aunque el padecimiento se da durante todo el año, suele incrementarse en la temporada de frío, principalmente porque las personas suelen reusarse al baño diario por las bajas temperaturas que se presentan en el estado.
La especialista informó que a la semana epidemiológica número 48 se ha notificado un total de 11 brotes de pediculosis; el 73% de los casos se presentaron en Valles Centrales, en un 18% en el Istmo y uno por ciento en la Mixteca; hasta el momento no hay brotes activos.
Julián Aquino recomendó a la población en caso de la presencia de pediculosis, todo objeto para el cabello como peines, adornos, sombreros, diademas, además de la ropa de cama, toallas y vestimenta, debe lavarse en agua caliente de 5 a 10 minutos, ya que tanto las liendres como los piojos adultos mueren a una temperatura superior a 50 grados centígrados.
Precisó que siempre que se aplique un tratamiento para contrarrestar la enfermedad es importante seguir las indicaciones generales, pues el éxito o fracaso de este dependerá en gran medida de su correcto empleo.
La funcionaria de los SSO señaló que de no tratarse adecuadamente el padecimiento puede producir lesiones dermatológicas en el cuero cabelludo e infecciones de los ganglios regionales, por lo que es necesario realizar las recomendaciones para evitar complicaciones.
Finalmente, mencionó que estos insectos tienen un periodo de incubación de siete a 15 días, siendo el síntoma más característico la comezón intensa (prurito), y rascar de forma constante la zona afectada favorece la aparición de lesiones que pueden llegar a infectarse.