La Jornada
Si la población no hubiera optado por un cambio en 2018, podría haber escenarios como en otras naciones, donde se usan tanques para reprimir, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador al finalizar su gira por tres plantas eléctricas del país durante el fin de semana.
Ayer, desde el complejo termoeléctrico de Manzanillo, Colima, ofreció a los trabajadores del sector eléctrico revisar sus contratos en busca de encontrar mecanismos para revertir las últimas reformas en cuestión de jubilación, y relató que dirigentes del sindicato petrolero le ofrecieron elevar la edad de jubilación para tratar de mantener privilegios; los mandé al carajo, dijo el mandatario, a la vez que subrayó que la estrategia para retomar la rectoría de la generación eléctrica no es un monopolio, sino una medida para proteger una empresa estratégica de la nación.
En el cierre de su tercer día de recorridos en plantas eléctricas, el Presidente insistió en que desde 1983 las políticas públicas de los gobiernos en turno apostaron por una privatización que no trajo beneficios para el país.
Afortunadamente, continuó, el pueblo dijo basta, ya que imagínense, cómo estaríamos en México si no se hubiese llevado a cabo el cambio de hace un año y medio, de julio de 2018. Miren cómo están otros países que no cambiaron, que siguieron con la misma política neoliberal; están las manifestaciones en las calles, los tanques, reprimiendo al pueblo.
Gracias a la decisión inteligente del pueblo, ahora se puede hablar de gobernabilidad y muchas esperanzas y felicidad en la gente más humilde, aseveró el tabasqueño.
Durante una visita técnica de supervisión al complejo termoeléctrico de Manzanillo, el más grande del país en su tipo, y desde el que se genera energía eléctrica para casi 10 millones de personas, exhortó a los casi 400 trabajadores presentes a comprometerse con la transformación de México, para que el pueblo y el gobierno no tengan un divorcio, sino que se trabaje en unidad.
Frente al director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz; la secretaria de Energía, Rocío Nahle; el gobernador de Colima, José Ignacio Peralta, y el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, López Obrador ofreció revisar los contratos de los trabajadores para mejorar sus condiciones laborales.
En particular, revisará lo concerniente a su jubilación, luego de que a su llegada a la planta un grupo le expuso los perjuicios de su última revisión contractual en esta materia, realizado hace unos tres años. Los dirigentes sindicales tienen tache por ello, apuntó el jefe del Ejecutivo, quien encomendó a Bartlett Díaz dialogar con los representantes de los técnicos y electricistas.
Aprovechó el momento para relatar que los dirigentes del sindicato petrolero, en la última negociación del contrato colectivo, ofrecieron aceptar que se elevara la edad de jubilación.
Me mandaron a decir los dirigentes, porque querían quedarse ellos con sus privilegios, que estaban dispuestos a aceptar que aumentara la edad de jubilación para los trabajadores petroleros. Y los mandé al carajo, lo que se hizo fue quitar los privilegios para los dirigentes, no aumentar los años de trabajo para la jubilación, expuso López Obrador.
Aunque no mencionó nombres, al momento de dicha negociación aún se encontraba Carlos Romero Deschamps como líder del gremio.
En su mensaje, y más tarde en redes sociales, el mandatario indicó que su compromiso es que no habrá apagones y se mantendrá sin aumentos el precio de la energía eléctrica para la población.
