La Jornada
El avión presidencial adquirido en el gobierno de Felipe Calderón y utilizado por Enrique Peña Nieto, no sólo fue una compra ostentosa, sino también inviable, ya que se trata de una aeronave diseñada para vuelos de más de cinco horas, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante su conferencia de prensa de este martes en Palacio Nacional, reconoció que la venta del avión ha requerido más tiempo “porque se trata de un avión muy grande, costoso, no es fácil conseguir clientes, estamos hablando de un avión especial que se adaptó para 80 pasajeros cuando un avión comercial con esas características puede trasladar a 240 pasajeros”.
Explicó que la compra de la aeronave “estuvo mal en todo sentido porque no era recomendable volar ese avión en distancias cortas”, e incrementa su costo para viajes a sitios como Oaxaca o Mérida.
“Lo cierto es que era innecesario la compra de ese avión, además de ostentoso, estaba sobrado, no debió gastarse en eso, pero se sentían como faraones, pequeños faraones. Un avión muy grande, con mucho lujo que no debió comprarse. Además de ser ineficaz técnicamente (…) ¿cómo se va a tener un avión así?, ¿en qué cabeza cabe?, habiendo tanta pobreza”, agregó.
Recordó que durante su primer año de mandato ha viajado en líneas comerciales, sin tener problemas.
En su gobierno los únicos que tienen aviones autorizados son los secretarios de Marina y de la Defensa Nacional, “porque ellos tienen que llegar antes que yo si hay un problema grave, más les vale que lleguen primero”, advirtió.