La Jornada
Las recientes renuncias y cambios de funcionarios en el Servicio de Administración Tributaria (SAT), encabezado por Raquel Buenrostro, no afectarán el funcionamiento del organismo que cuenta con 33 mil trabajadores, aseguró una fuente cercana.
Explicó que la estrategia para incrementar la recaudación consiste en aumentar la eficiencia, bajar la elusión y evasión fiscal y combatir la corrupción.
Los tres altos funcionarios que renunciaron el martes son Katya Arroyo Arriola, administradora general de Servicios al Contribuyente; Héctor Vázquez Luna, administrador general de Recaudación, y María de los Ángeles Jasso Cisneros, administradora general jurídica.
Fuentes cercanas consultadas señalaron que se espera que los relevos se den a conocer el primero de febrero.
Katya Arroyo era la segunda funcionaria en importancia de la anterior jefa del SAT, Margarita Ríos-Farjat, y la encargada de responder las preguntas de los representantes de los medios de comunicación en las ruedas de prensa; además preparó el lanzamiento del programa Súmate, para dar de alta a nuevos contribuyentes, como los locatarios de los mercados públicos, y la promoción de la facturación instantánea con tarjetas bancarias mediante las terminales punto de venta.
Estos cambios son naturales, ocurren en cualquier dependencia… Las actividades continúan normalmente, aseguró la fuente del SAT.
Otros funcionarios que han renunciado son José Luis de la Sota, administrador central de Control y Seguridad Institucional, quien era el responsable del resguardo de los activos del SAT; Jessica Ivette González, administradora central de Recursos Materiales, encargada de las licitaciones, y Norma Osorio, administradora central de Procedimientos Especiales, que daba seguimiento a denuncias de corrupción.