Excélsior
Los pobladores de Zirándaro prefieren perder lo poco que tienen, pero conservar la vida.
Casquillos tirados, casas y escuelas vacías, negocios y campos de cultivo abandonados son el panorama que prevalece en ocho comunidades y pueblos de este municipio de Tierra Caliente.
Desde hace semanas, el Cártel Jalisco Nueva Generación y La Familia Michoacana mantienen una disputa por controlar la zona de la que han sido desplazadas dos mil personas. De la comunidad de San Rafael huyeron todos, alrededor de 700 habitantes.
“Vivimos lo peor de la vida”, dice una lugareña que, como la mayoría en Zirándaro, se sostiene de la siembra y la crianza de animales.
De acuerdo con el alcalde, Gregorio Portillo, los afectados huyeron hacia la cabecera municipal o rumbo a EU.
HUYEN DE LAS BALAS 2 MIL EN ZIRÁNDARO
Casas vacías, escuelas sin clases, casquillos percutidos por todos lados y cosechas abandonadas es lo que prevalece en la comunidad de San Rafael y otros pueblos a merced de criminales, sin que ninguna autoridad les haga frente.
El Cártel Jalisco Nueva Generación y La Familia Michoacana mantienen una violenta disputa por quedarse con el control del municipio de Zirándaro, en la región Tierra Caliente de Guerrero. Sus enfrentamientos han desplazado a cerca de dos mil personas. Sólo en la comunidad de San Rafael huyó toda la población, compuesta por alrededor de 700 ciudadanos.
Vivimos lo peor de la vida, porque sonaban las balas en el paredón, en la casa, donde quiera. Ahí está mi esposo de testigo. Desde el martes empezó todo eso, y nosotros hasta ayer (jueves) nos salimos”, denunció una lugareña.
Zonas en pobreza, cuyos habitantes se sostienen, en la mayoría de los casos, de la siembra y animales, ahora están vacías. Huyeron dejando todo lo que tienen, prefieren salvar sus vidas que quedarse y ser víctimas de la violencia.
Gregorio Portillo Mendoza, alcalde de Zirándaro, señaló que “se dio una serie de enfrentamientos aquí en la comunidad, lo que dejó como saldo el desplazamiento total de la población de San Rafael.
—¿De cuántas personas estamos hablando?
—Alrededor de 700 personas sólo de San Rafael, además de otras ocho comunidades.
Otro habitante víctima narró que “ayer (el jueves), un grupo armado regresó a la comunidad y mató a todos los animales que los desplazados tuvieron que dejar al salir de sus casas. En un video subido a redes sociales se ve la dimensión de la tragedia”.
Aspecto de un vehículo incinerado por criminales, quienes se disputan el control de la zona. Foto: Ángel Galeana
PERDIERON TODO
Vivimos casi de limosnas, y todavía lo poquito que tenemos lo vamos a perder… lo perdimos porque lo único que tengo son gallinas, dejé todos mis pollos, todo, ¿por qué? Por miedo”, denunció otra desplazada.
Los afectados se refugiaron en otros puntos de Zirándaro, pero otros decidieron abandonar completamente sus lugares de origen, buscando el llamado sueño americano.
La mayoría se encuentra en Guayameo, y muchas otras en la cabecera; muchas otras han salido en busca de asilo político en EU”, aseveró el edil.