La Jornada
El saldo de muertos por la epidemia de coronavirus en China ya alcanzó el martes los 425, con 64 nuevas víctimas fatales en la última jornada, anunció el gobierno, que admitió “insuficiencias” en su reacción ante la crisis sanitaria.
En un testimonio de la magnitud de la epidemia, el gobierno también informó que el número de personas contaminadas en el país ya supera los 20 mil 400, a pesar de las medidas adoptadas para aislar regiones enteras del país para contener la propagación.
El lunes, la portavoz adjunta del ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, había mencionado que el país precisa urgentemente mascarillas de protección y otros productos para enfrentar la epidemia.
El gigante asiático, enfrentado a una epidemia que por el momento parece imparable, precisa además de gafas y guantes de protección para su personal médico.
Varios países, entre ellos Francia, Reino Unido, Japón y Corea del Sur, ya enviaron material médico a China, agregó la portavoz.
Además, el gobierno chino busca importar grandes cantidades de esos productos desde mercados europeos.
El Comité Permanente del Buró Político del Partido Comunista ha pedido una mejora en el sistema de respuesta a emergencias luego de “deficiencias y dificultades en la respuesta a la epidemia”, dijo la agencia oficial Xinhua.
Respuestas colectivas
Por su parte, los ministros de salud de los países del G7 acordaron el lunes coordinar “tanto como sea posible las recomendaciones de viajes y medidas preventivas” contra el coronavirus.
De su lado, el Banco Mundial pidió a todos los países que “fortalezcan su vigilancia de la salud y las respuestas dadas” a la epidemia, y añadió que estaba examinando los recursos financieros y técnicos que podrían movilizarse rápidamente.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) advirtió el lunes la necesidad de que todas las máscaras utilizadas en los hospitales chinos para luchar contra el nuevo coronavirus sean de alta calidad.
Interrogado por la AFP en Ginebra (Suiza), el nuevo secretario general de la FICR, el nepalí Jagan Chapagain, advirtió que la donación de material de baja calidad “es más problemática que útil”, pues las máscaras de baja calidad dan un “falso sentimiento de protección” a la gente.
Entretanto el país ha estado paralizado por el temor al virus que ha contaminado ya a más de 17.000 personas, y el ministerio de la Industria reconoció este lunes que, tras concluir el domingo las largas vacaciones del Nuevo Año Lunar, las plantas retoman su producción y funcionan a un 70% de su capacidad.
Frente al sistema hospitalario desbordado, Wuhan recibió el lunes a los primeros enfermos en un nuevo hospital construido en diez días, indicó el Diario del pueblo.
Desde el 24 de enero China se dedicó día y noche a ese hospital para 1.000 camas, y las cámaras de televisión filmaban casi de manera continua a miles de obreros, así como las excavadoras y las grúas que trabajaban en la obra.
Otro hospital más grande (1.600 camas) está en construcción y debería abrir sus puertas en unos días.
Hay ahora en China continental (sin contar a Hong Kong y Macao) más muertos que los 349 que le provocó la epidemia de Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) en 2002-2003.
El SRAS, que contagió a unas 5.300 personas en varios países, dejó un balance total de 774 muertos, en su mayoría en Hong Kong.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que ya declaró emergencia internacional por la actual epidemia, reportó en Filipinas la primera víctima mortal del nuevo coronavirus fuera de China, un hombre de 44 años de Wuhan.
Estigma
La mayoría de las muertes y contagios se concentran en Hubei, donde unos 56 millones de habitantes están aislados del mundo desde el 23 de enero, y tienen severas restricciones para salir de sus viviendas, en una tentativa de contener la propagación.
Sus habitantes se sienten discriminados y bajo constante sospecha.
Lucy Huang, una directora de documentales de 26 años que vive en Pekín y nació en Wuhan, se dice “muy herida”. “Nuestro enemigo es el virus, no debería ser la población de Hubei o Wuhan”, dijo a la AFP.
En la enorme ciudad industrial oriental de Wenzhou, a unos 800 km de Wuhan, puesta en una gigantesca cuarentena, sus nueve millones de habitantes recibieron la orden de que solo un residente por hogar puede salir cada dos días para comprar artículos de primera necesidad.
En Hong Kong, donde hay confirmados 15 casos, cientos de empleados de los hospitales públicos se pusieron en huelga este lunes para reclamar el cierre de la frontera con China continental, con el fin de reducir el riesgo de propagación.
Más medidas
Varios países han multiplicado las medidas de protección y repatriado a sus ciudadanos desde China.
Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Israel, Guatemala y El Salvador, entre otros, prohibieron la visita de extranjeros si han estado en China recientemente, y también han advertido a sus propios ciudadanos de evitar viajes a territorio chino.
China criticó duramente el lunes a Estados Unidos por haber iniciado las restricciones y acusó a Washington de “crear y sembrar el pánico”. “No nos ha dado por ahora ninguna ayuda sustancial”, dijo la portavoz de la cancillería.
Rusia anunció este lunes que expulsará a los extranjeros contagiados con el nuevo coronavirus mientras Mongolia, Rusia y Nepal han cerrado sus fronteras terrestres.
El gobierno británico además anunció que aportará ayuda financiera para el desarrollo de una vacuna.