A pesar de que pueden tener un sabor atractivo, las bebidas gaseosas no son saludables y su consumo en exceso trae consigo el desarrollo de enfermedades, como diabetes tipo 2, obesidad, hipertensión arterial, problemas de triglicéridos e hígado graso, entre otras.
Al respecto la Coordinadora de Prevención y Atención a la Salud del IMSS, Perla Vázquez Altamirano, refirió que el exceso de endulzante, colorante y cafeína se acumulan en nuestro organismo y provocan la aparición de células cancerígenas, y tumores a largo plazo. La gran cantidad de gas que éstas contienen puede provocar digestión distendida, tránsito lento, e incluso reflujo.
Cabe destacar que los refrescos no tienen ningún valor nutricional, más bien aportan calorías vacías que reemplazan a las de los alimentos más nutritivos. Un refresco contiene el equivalente a 12 cucharadas de azúcar, y en exceso puede tener graves consecuencias para la salud.
El Seguro Social se recomienda elegir una bebida natural, como el agua, ya que satisface las necesidades básicas de líquidos, es necesaria para activar el metabolismo y ayuda a que el cuerpo trabaje de manera normal. Además que provee minerales esenciales, como calcio, magnesio y fluoruro, también pueden incorporarse las aguas de hierba, los jugos de frutas naturales y el té, los cuales aportan antioxidantes. Éstas deberán ser consumidas en cuestión de las actividades que se realicen, entre 30 y 35 mililitros de líquido por cada kilo de peso.