“Día internacional de la Mujer, un siglo de lucha feminista”

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“¡Pega botón, plancha camisa; esta mujer ya no es sumisa!”; “¡Respeto a la unión sexual, cada quien con su cada cual!”; “¡Este cuerpo es mío y de nadie más. No tocar, no violar, no matar!”; “¡Alto a los feminicidios!”; “¡Ni una menos!”, éstas son algunas consignas pronunciadas el Día Internacional de la Mujer.

Durante siglos, las mujeres en el mundo se han manifestado contra la opresión y a favor de sus derechos humanos y civiles. Las primeras exigencias surgieron de feministas socialistas y fueron: el derecho al trabajo, a la formación profesional, a la no discriminación laboral, a votar y ocupar cargos públicos.

El 8 de marzo  es “una forma de visibilizar los derechos humanos de las mujeres. Es una reapropiación del espacio público donde ellas han sido expulsadas y sirve para recordar que media humanidad tenemos derecho de estar aquí”, explica en entrevista la doctora Raquel Ramírez Salgado, coordinadora del proyecto “Escuela Feminista de Comunicación”.

El derecho básico de vivir es hoy la máxima exigencia en nuestro país y esta se hará visible en la próxima marcha del 8 de marzo.

En nuestro país, los feminicidios van en aumento: de 10 a 11 mujeres son asesinadas al día, de acuerdo con la geofísica María Salguero, creadora Mapa Nacional de Feminicidios en México.

El Día Internacional de la Mujer surgió hace más de un siglo y hoy hacemos un repaso por su historia. La fecha surgió en 1910, durante la II Conferencia Internacional de Mujeres en Copenhague, Dinamarca, a sugerencia de la comunista alemana Clara Zetkin.

En este evento se reunieron delegadas de 17 países donde votaron una resolución contra la guerra, se habló de las reivindicaciones de las proletarias y del derecho al voto.

Una de las razones para conmemorar ese día fue la muerte de 120 trabajadoras de la fábrica Cotton, en Nueva York, en Estados Unidos, quienes murieron al ser reprimidas por la policía al protestar por sus condiciones laborales y otras más que fallecieron en un incendio provocado al interior de la empresa el 8 de marzo de 1857.

Las luchas de las feministas se hicieron visibles en varios países además de Estados Unidos. En 1848 se realizó la primera convención nacional por los derechos de las mujeres. En México se organizó el Primer Congreso Feminista en 1916 y al año siguiente Hermila Galindo, pionera feminista, lanzó su candidatura para diputada del Quinto Distrito Electoral.

Ese mismo año en Rusia un grupo de mujeres estalló una huelga y el Estado soviético les otorgó el derecho al voto, al divorcio y al aborto.

El Comité Coordinador Femenino para la Defensa de la Patria, el Comité de Enlace de la Primera Conferencia de las Mujeres que Trabajan y la Confederación de Trabajadores de México (CTM) se encargaron de organizar homenajes a las mujeres en el Palacio de Bellas Artes.

La primera conmemoración a nivel mundial se realizó en 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Las exigencias: el derecho a votar, ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo de la mujer, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció el día hasta 1975, en el marco del Año Internacional de la Mujer.

El 8 de marzo de 1926 el Día Internacional de la Mujer se hizo oficial durante el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles, teniendo como escenario el Palacio de Bellas Artes. La presión de los grupos feministas de aquella época llevó al gobierno a concretar aquella conmemoración, señala Marta Lamas en un texto publicado en este diario en 1978.

El propósito de los gobiernos en turno de realizar festejos para las mujeres era porque “no les convenía alborotar a las obreras, no buscaban una unión de clase con las trabajadoras de otros países, ni fomentar ideas socialistas ni feministas”, escribió Marta Lamas.

En 1959 a estas organizaciones se les unieron ferrocarrileros, petroleros y maestros para hacer guardias ante el busto del presidente Venustiano Carranza y para acudir a la Rotonda de los Hombres Ilustres a rendir homenaje a don Ignacio Ramírez “Nigromante”.

Festejar y no reconocer los derechos de las mujeres el 8 de marzo es una manera de exaltar su figura tradicional, explica la doctora Raquel Ramírez.

Protestas y represión

En las décadas posteriores las celebraciones se acompañaron de protestas y represión.

El 8 de marzo de 1962 en la ciudad portuguesa de Oporto, varias mujeres fueron golpeadas por la policía mientras se manifestaban en contra del Primer Ministro Antonio Salazar. Exigían el regreso de sus esposos y de sus hijos que formaban parte del ejército de Angola, tres mujeres fueron hospitalizadas.

En 1973 varias integrantes del Movimiento de Liberación Femenina fueron desalojadas de una estación de correos al protestar por la igualdad de derechos y enfrentarse con varios policías en Londres.

La ONU declaró en 1975, el Año Internacional de la Mujer al tiempo que se realizó la cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. En la Ciudad de México se organizó la Primera Conferencia Mundial de la Mujer, donde se revisó la igualdad y el desarrollo de las mujeres.

Se rompe el oficialismo

En 1978 los festejos ya no fueron solamente oficiales porque, por primera vez, participaron comités femeniles independientes como la Tendencia Democrática del SUTERM, el STUNAM, la sección 14 del Sindicato de Salubridad y Asistencia, la Coalición de Mujeres Feministas, la Unión Nacional de Mujeres Mexicanas.

Estas mujeres organizaron varias jornadas para comentar la opresión en la que vivía el género, el trabajo en el hogar, la sexualidad, el aborto, de acuerdo con Marta Lamas.

En 1979 la Asamblea General de la ONU aprobó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

En México, grupos feministas de izquierda demandaron en 1980 la libre maternidad y la aprobación del aborto. Además se realizó la Segunda Conferencia Nacional del Frente por la Liberación y Derechos de las Mujeres en el auditorio de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En 1989 en la Ciudad de México 5 mil mujeres, entre maestras, amas de casa, militantes de partidos políticos, luchadoras sociales y populares de izquierda marcharon del monumento a la Madre al Zócalo capitalino.

En Italia miles de mujeres desfilaron en las principales calles para manifestarse en contra de la violencia sexual, incluso dentro del matrimonio, y en defensa de la ley del aborto, aprobada en 1979. En Chile protestaron contra la tortura. En Argelia denunciaron violencia física y moral en los lugares de trabajo, escuelas y en la calle.

Contra la violencia de género

En la década de los años 90 las mujeres exigieron poner fin a las agresiones sexuales en general y la despenalización del aborto. Se manifestaron contra la violencia política y religiosa, la pauperización masiva o la discriminación laboral o social.

En la conmemoración del 8 de marzo de 1990 en México, las protestas se centraron en pedir la renuncia de un funcionario. Cerca de 10 mil mujeres marcharon por las calles de la Ciudad de México para demandar el cese de Javier Coello Trejo, subprocurador antinarcóticos, por encubrir a los agentes de la Policía Judicial acusados de violar a 19 mujeres.

Ante las puertas de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) las mujeres gritaron consignas: “De ahí salieron los violadores y ahí los defendieron” y demandaron cambios, en el Código Penal para que se obligara a los violadores a indemnizar a violadas, para que se despenalizara el aborto y para se pusiera fin a las muertes de mujeres por practicar legrados clandestinos.

Las muertas de Juárez

Antes de llegar al siglo XXI en Ciudad Juárez, Chihuahua, las mujeres fueron violadas, torturadas, asesinadas y sus cuerpos fueron encontrados en lugares públicos. En 2002 se habían registrado 260 feminicidios

El 8 de marzo de ese año, en Chihuahua más de un centenar de mujeres vestidas con túnicas de color negro, partieron a Ciudad Juárez en el “Éxodo por la vida, ni una más” para exigir a las autoridades acabar con la  violencia de género. En Sonora, Querétaro, Tlaxcala y Guanajuato también se registraron protestas.

En el 2004 en nuestro continente y en distintos actos, las mujeres exigieron igualdad de condiciones laborales y el fin de la violencia doméstica. Miles de mujeres asiáticas realizaron masivas manifestaciones. La ONU se pronunció en contra de los abusos físicos y que contribuían a que cada vez más mujeres se infectaran con el VIH.

Algunos gobiernos de América Latina presentaron proyectos para atender las demandas de la población femenina, prometieron reducir la mortandad materna durante el parto o el periodo posnatal; prevenir, investigar y procesar efectivamente la violencia en contra de la mujer y permitir el acceso igualitario a los cargos públicos.

En 2007 la conmemoración tuvo como lema: “Punto final a la impunidad de la violencia contra las mujeres y las niñas”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió invertir en la salud de las mujeres, así como en la erradicación de la violencia física y sexual.

#8M/Paro Internacional de Mujeres

El 8 de marzo de 2018 cientos de miles de hombres y mujeres exigieron la igualdad de género y el fin de la violencia y la discriminación. “Si nosotras paramos, se para el mundo”, “Ni una menos” y “Mismo trabajo, mismo sueldo”, coreaban las manifestantes.

En los últimos años aumentó la violencia de género en América Latina. “Las mujeres desaparecen y no se les busca de manera inmediata, se piensa que van a aparecer al rato y cuando regresan sólo es el cadáver”, dijo Lorena Cruz Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) en el 2014.

Recordemos que durante varios siglos las mujeres hemos sido tratadas como seres de segunda clase, reprimidas, golpeadas, esclavizadas y asesinadas. El derecho a vivir es hoy la máxima exigencia en nuestro país y para muestra tenemos el caso de María Elena Ríos, saxofonista oaxaqueña, atacada con ácido por su pareja en 2019 y que hoy está prófugo.

Sin duda a lo largo de un siglo las mujeres hemos ganado el derecho a votar y ser votadas, el derecho a elegir sobre nuestro propio cuerpo. Sin embargo, está pendiente la igualdad de género, acabar con la opresión y la violencia en todas sus expresiones.

En México este 8 de marzo habrá marchas en 24 estados, incluida la Ciudad de México, en donde se reunirán cinco contingentes que partirán a las dos de la tarde para llegar al Zócalo capitalino.

Una de las demandas de esta marcha serán: un alto a los feminicidios, un alto al acoso sexual y lograr la igualdad de género; #JusticiaParaTodas y #NiUnaMenos.