Excésior
Frente al estiaje y la crisis sanitaria por el COVID-19, la falta del agua en las comunidades puede tornarse mucho más grave, acentuando la polarización entre ciudadanos, asimismo, es un buen momento para traer a cuenta las luchas comunitarias que se están dando por la defensa del recurso.
En la coyuntura, la autoridad sanitaria urge el uso de agua y jabón como la acción más acertada para evitar los contagios, sin embargo, en no pocas localidades de Oaxaca se carece del recurso.
Para algunos pobladores la defensa por el agua es parte su lucha comunitaria, que ha escalado al ámbito nacional e internacional.
16 comunidades de la región Valle pertenecen a la Coordinadora de Pueblos Unidos por el Cuidado y Defensa del Agua
La Coordinadora de Pueblos Unidos por el Cuidado y Defensa del Agua (Copuda) está conformada por 16 comunidades indígenas de la región del Valle de Oaxaca, que sufrieron una severa sequía en el año 2005.
A través de la organización comunitaria y el litigio estratégico lograron revertir el problema de escasez del agua mediante la captación del agua pluvial y de forma paralela ganaron una sentencia jurídica dictaminada en abril del 2013, fecha en que el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa emitió una resolución que mandata a la Comisión Nacional de Agua (Conagua), realizar un proceso de consulta indígena, la cual inició en el 2015.
4 años duró un litigio por agua en Oaxaca, el cual fue ganado por la Copuda y sus integrantes
Odilón Sánchez Gómez, presidente de la Copuda reconoció a la organización civil Flor y Canto en el logro conseguido el pasado 12 de octubre de 2019, después de cuatro años de iniciado el proceso de consulta con la Conagua cuando las comunidades zapotecas del Valle de Ocotlán de Morelos y Zimatlán de Álvarez obtuvieron el reconocimiento del derecho del agua, marcando con esto un precedente significativo nivel nacional.
Los acuerdos firmados representan un significativo avance en términos de garantizar el acceso al agua a las comunidades con un volumen acordado, así como el impulso de un modelo de concesión colectiva y la participación en la administración del agua a través del reconocimiento de reglamentos comunitarios, lo que implica el reconocimiento de derechos colectivos de comunidades sobre el agua en sus territorios”.
Próximo a cumplir tres años sin el servicio de agua potable, San Pedro y San Pablo Ayutla, ubicado en la zona indígena mixe mantiene su demanda del restablecimiento recurso del que su colindante, Tamazulapan del Espíritu Santo lo privó en junio de 2017 en perjuicio principalmente de la niñez y personas mayores.
Incluso en agosto del año pasado, un grupo de habitantes del municipio de Ayutla demandaron al presidente, Andrés Manuel López Obrador que le diera solución al conflicto que mantiene con su colindante de Tamazulapan, para que se garantice el derecho humano al recurso.
En su gira como Presidente por la región Sierra Norte, mujeres y hombres se acercaron al vehículo ocupado por el mandatario para exponerle —en unos minutos– estar privados de sus recursos hídricos, lo que consideran un despojo hacia los pobladores de San Pedro y San Pablo Ayutla, quienes han sufrido reiteradas violaciones a sus derechos humanos.
La privación del recurso tiene su antecedente en un añejo conflicto agrario, que además de privarlos de agua, también ha cobrado vidas de comuneros de ambas localidades indígenas.
Asimismo la demanda de justicia incluye que se les garantice la seguridad en auxilio de la población ante el riesgo de futuras agresiones, por un añejo conflicto agrario.
