La Jornada
Con tela estampada de diseños tradicionales de las enaguas y huipiles que usan las mujeres zapotecas del Istmo de Tehuantepec, los artesanos juchitecos Gonzalo López López y Dulce Citlaly Cacho Regalado, elaboran cubrebocas para prevenir el contagio del Covid-19 y al mismo tiempo subsistir en su negocio de ropa tradicional llamado “Gexa Boutique”.
Al ver que las ventas de su negocio bajaban a propósito de la epidemia, decidieron usar las telas y elaborar las mascarillas que incluyen cuatro protecciones: un filtro de tela, pellón, tela satinada y el subliminado.
“En nuestra tienda además de ser boutique también elaboramos uniformes deportivos y escolares, pero pues todo bajó con las restricciones que emitieron las autoridades por el Covid-19, entonces decidimos usar las telas y hacer cubrebocas, iniciamos con una prueba que se lo dimos a mi cuñada que es comerciante en el mercado local y de ahí surgieron los pedidos, después se difundió con la ayuda de las redes sociales y hasta envíos por toda la República”, comentaron.
Para lograr los tapabocas, los artesanos fueron asesorados por enfermeras y enfermeros quienes les orientaron de la forma y las medidas sanitarias que deberían tener, razón por la cual han sido adquiridos inclusive por personal médico de la región del Istmo.
Han elaborado cerca de mil 500 piezas que han sido enviadas a diversas partes de la República mexicana, de Norte a Sur a los estados de Coahuila, Sonora, Ciudad de México, Veracruz, Chiapas y al interior de las regiones de Oaxaca.
El costo por cada uno es de 30 pesos y la ventaja según los artesanos es que es lavable y reutilizable a fin de que no se invierta mucho dinero para su adquisición, y solo para gastos de recuperación.
En el taller, ubicado en la zona centro de Juchitán, Dulce Citlaly explica como elaboran los cubrebocas. Primero realizan los cortes y después van uniéndolos con una máquina de costura, para el subliminado usan una plancha con alto grado de temperatura a fin de que pase las pruebas de calidad y sea un producto confiable.
“Unos amigos enfermeros llegaron y nos asesoraron, la intención no es vender un cubrebocas por hacerlo, sino contribuir a la sanidad colectiva, nuestro producto es de calidad y tiene buen precio, la intención es únicamente no dejar morir el negocio y tener recursos para pagarle a los empleados, aquí no queremos ganancias sino es una forma de ayudar a nuestros paisanos”.
También han elaborado diseños para niñas y niños con personajes animados e inclusive con estampado de clubes deportivos.
“Las mujeres nos compran los diseños tradicionales, pero para niños elaboramos de personajes que a ellos les gusta y los hombres por lo regular piden de sus clubes deportivos, entonces tenemos variedad y para todos los gustos”.
Dulce Citlaly y Gonzalo aseguraron que continuaran elaborando esta mascarilla como forma de prevención y cuidado por el COVID-19 y al mismo tiempo seguir ayudando a sus trabajadores con el empleo implementando medidas higiénicas y sana distancia.